sometida a la interpretación
fluctuante de los sentidos
enturbia la limpia visión del alma
al ensombrecer con aleatorios juicios
la luz de la consciencia.
Todo es sacrosanto.
Nada, absolutamente nada,
nos impide contemplar la Verdad
excepto el limitado concepto
que tenemos de nosotros mismo
y de los demás.
Limpia tu mirada
con el agua clara del manantial eterno.
Bebe de esa fuente
y calma, para siempre,
la intensa sed del alma.
Somos completos...
íntegros, benditos y puros.
Somos mucho más que cualquier contorno,
mucho más que cualquier goce o dolor...
ningún lamento puede contener la dicha esencial de ser.
Somos luz...
pura luz que irradia desde una misma Fuente.
Y ese manantial es Dios.
Y esa Fuente fluye en ti y para ti...
en todos y para todos...
La Fuente Eterna que sacia toda sed...
La fuente de agua viva,
de vida bienaventurada, plena e ilimitada.
KHAAM-EL
No temas y ama.
Sigue en paz el flujo natural de la vida que te conduce a la plenitud de Dios.
Todos los obstáculos quedan atrás según manas de la Fuente de Agua Viva
al océano infinito de la Divina Unicidad.
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