sábado, 26 de febrero de 2022

DÍAS DE TRUENO

    
El seguidismo inane que el miedo provoca en los tibios de corazón hace que los poderosos del mundo acrecienten -más si cabe- su egoísta y nefando poderío, envalentonados por el tropel acobardado del mutismo servil (no confundir con servicial) de los que no quieren ver ni escuchar lo evidente. En la sombra lo malvado maquina despojos, desahucios y timos, tras edulcorados discursos de democrático estilo pero con tiránico fondo. Según sus propios intereses, esos adoradores del Dinero, quitan y ponen dirigentes políticos a su mafioso y traidor antojo; se burlan del común de las gentes con impúdica altanería; se creen superiores en su delirio y no dudan ni tiemblan en tratar a los humanos como cifras que sumar o restar a sus mezquinas tácticas; venden ideologías de perverso humanismo e insensible trato con la vida como si fueran derechos fundamentales, cuando paradójicamente los vulneran y destruyen. Seguir este discurso falaz, o hacer como si nada escurriendo el bulto para evitar posibles problemas, conduce a los Días de Trueno, a la Hecatombe, sí con mayúscula, como tantas otras veces a lo largo de la tibia Historia humana.
    La espiritualidad genuina no se evade de las angustias del prójimo ni lo manipula con palabras dulces y acciones amargas, antes bien hace acciones desinteresadas y dice palabras rotundas para resquebrajar las imponentes losas del temor y la indolencia, y pueda así descubrirse la infinita dulzura del Espíritu de Resurrección y Vida que se hallaba enterrado bajo ellas. Sabe y acepta el riesgo de que asumir la responsabilidad de declarar la Verdad de la Vida conduce a situaciones incómodas, al ostracismo, la burla o el furioso rechazo. El mundo en su ceguera y soberbia ha maltratado y maltrata, ningunea, injuria o asesina a los profetas y testigos del Corazón, a los que recuerdan que DIOS es en todos y que no puede vulnerarse esta sagrada Ley del Amor sin sufrir dolorosas consecuencias autoinfligidas (que no airados castigos), para retornar a la humildad y el camino recto y sinceramente fraterno.
    Vivamos con Coraje y Amor los Días de Trueno. Estamos de paso en este mundo. No nos agarremos a él como si fuera el mayor de los tesoros y vivenciaremos el Tesoro de tesoros: la Plenitud de la Divina Unicidad en Espíritu y Verdad.

KHAAM-EL


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