La rapidez de la liebre respecto al caracol es lentitud comparada con el girar de la Tierra alrededor del sol, y ésta última no es nada ante la velocidad de la luz. Toda definición o catalogación del espacio formal/temporal es relativa y no absoluta, aparente e ilusoria, no real. La condición del ego se arraiga en el mundo, en su percibida tangibilidad sensoria, luego su fruto es la ignorancia y nunca el conocimiento. Saber esto es saber qué en lo perceptivo no hay verdadero saber, aperturándonos así a descubrir la Verdad que nos libera de los grilletes de lo supuesto tomado por cierto.
Conocer es ser uno con lo conocido, y ser es absoluto o no es ser... en esencia somos; por tanto, lo que percibimos no es lo que ciertamente somos. Ahondemos... meditemos... tomemos conciencia del concienciar... y ahora, aquí, sí, la Luz absoluta de lo Inefable se revela sin óbice: todo es Uno en DIOS, en el Absoluto sin opuesto; las diferencias son pasajeras, lo sustancial (el Espíritu, la Consciencia sutil, la plenitud del Amor, la Paz allende todo humano entendimiento) se comunica e interactúa con indisoluble comunión.
KHAAM-EL
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