jueves, 17 de febrero de 2022

LIBRES DEL EGO, LIBRES DE LA NECEDAD

 

    No hay noción surgida del pensamiento sensorio que no esté condicionada por él. Por lo que considerar identidades tales como 'yo', tú', 'él', 'ella', o 'esto' o 'aquello' como realidades objetivas que tejemanejan entre ellas, es nada (maya, ilusión, espejismo, vanidad) ante la realidad que Es; ya que lo que Es, es incondicionado per se. Por eso, es cuestión ineludible tomar clara consciencia de que hay que ir más allá de los constructos de esa misma consciencia para vivenciar lo que es de veras Concienciar, y poder vernos libres de la egoica tentación de suponer y opinar como si fuera cierto lo supuesto. Esta disposición de genuina humildad resolverá en su raíz cualquier paradoja y aparente problemática derivada de considerar los efectos como causas (los pensamientos como consciencia) o de tomar los prejuicios por razón.
    El mundo gira repleto de agitadoras necedades queriendo pasar por genialidades. Discernir esto no es nada complicado, hasta un niño de corta edad puede verlo; tan sólo hay que ver los resultados que se manifiestan en él para comprobar, con pasmosa obviedad, que casi todas sus magistrales soluciones generan más inconvenientes y discordias que la bonanza y paz que dicen pretender u ofrecer. Salgamos sin retardo de la inercia de años y años de acumular teorías e ideologías. Seamos tabula rasa. Ahondemos, meditemos y verifiquemos de dónde brota nuestra expresión y su subsecuente actuar, o, buscando lo considerado acertado, erraremos y divagaremos entorno a hipnóticos conceptos que enajenan y fascinan hasta el más separador de los delirios, perdiéndonos la plenitud de la vida en su núcleo aquí y ahora... Doy fe de ello, al haber vivido, por la gracia y no por 'mi' esfuerzo, que sin 'yo' todo es ya puro SER.
    ¡Ojo, pues, con las divagaciones! O, en vez de estar atinados y lúcidos, cometeremos tremendos desatinos y embarazosas necedades. Y, tengámoslo bien presente, lo que es necio o desatinado no tiene nada que ver con la cantidad de palabras que pronunciamos, sino con el dictaminar, aunque sea con una sola frase, un saber y entender lo que no se ha visto, oído o leído directa y totalmente. Ese sistema de pensamiento anhelando luz, todo lo oscurece; queriendo paz, todo lo enerva; queriendo pureza, todo lo envilece; queriendo dicha, todo lo apesadumbra.
    Observado esto, en consecuencia, hemos de estar muy vigilantes de no hablar de más, o, lo que es lo mismo, evitar, como si de la peste se tratase, dar por sabido lo que no se ha constatado. Así sí, en la práctica de esta fraterna humildad que desvanece todo rastro de ego, la vida se nos revelaría milagrosamente en todo su esplendor esencial y sería ciertamente plena, pacífica, alegre, benigna, santa, veraz, llena de Amor y por completo vivenciada en el Corazón de DIOS (la gloria de la Divina Unicidad): en el que todos somos Uno, en el que nadie es otro aparte, en el que todos somos de lo eterno y espiritual, y no del cuerpo ni del féretro.

KHAAM-EL


No hay comentarios:

Publicar un comentario