martes, 12 de abril de 2022

APRENDER DE LOS ERRORES, FORTALECE EL ÁNIMO Y ACRECIENTA EL AMOR

    Los efectos perniciosos de un error son avisos para enmendar la actitud o pensamiento de cada cual; hay diferentes consecuencias según sea la naturaleza del error, más todos ellos comportan un mismo elemento en común: el desasosiego interno. Cometer el mismo error sabiendo que lo es, no es ya un error sino una negligencia; y si los errores generan inconvenientes y malestares, las negligencias los acentúan hasta niveles insospechados de antemano. La paz de espíritu, por lo antedicho, es el resultado de renunciar al error una vez reconocido, y de evitar cualquier negligencia como si de la peor de las pestes se tratase, aprendiendo la lección que lleva implícita a la par de encontrar aún mayor paz y bienestar en el alma. 
    Una vez vivenciada con claridad esta paz y bienestar que colma y nutre hasta un querer compartirla -de pura dicha- por doquier, se convierte en la luz a seguir en el Camino del Espíritu, el faro oportuno que nos guía por mares embravecidos hacia el puerto seguro y siempre calmo de DIOS, la humilde vela encendida alumbrando el pesebre de nuestro corazón y el poderoso sol que disipa brumas y noches que apesadumbraban nuestro temeroso ánimo con el inagotable vigor y el fundente calor de la Plenitud del Amor santo e indestructible, bendito y omniabarcante.

KHAAM-EL


No hay comentarios:

Publicar un comentario