martes, 19 de abril de 2022

EL SILENCIO ES EN CONSCIENCIA

    El silencio en el mundo no existe en absoluto; tan sólo se sustituyen unos sonidos por otros, se cambia el ruido de las máquinas por los trinos de los pájaros del campo, el claxon de los automóviles por el fragor de las olas rompiendo a la orilla del mar, las voces sociales con los demás por la música discotequera, relajante, melódica o roquera, el propio pensamiento agitado u ocupado en asuntos cotidianos cambiándose por uno festivo, religioso o politizado ronroneando incluso en los sordos de nacimiento... Por eso cuando la espiritualidad señala al Silencio (con mayúscula) como el estado natural de la mente, no se refiere a la mente ordinaria, a la identificada con la identidad personal que jamás puede aquietarse de veras, sino al estado consciente de la consciencia misma y de sus atestiguaciones, a aquello que trasciende el mundo hasta en el mundo y que se apercibe de los pensamientos sin estar involucrado ni influenciado por ellos. 
    Ese Gran Silencio revela 'Lo Que Hay Y Es Sin Cambio, En Plenitud Y Eternidad' al no dejarse engañar por la superficial manifestación del unas veces sugerente, otras atroz e incluso a ratos aburrido, ruido de lo que 'parece ser' en forma, tiempo y secuencialidad. Lo esencial es intemporal y sincrónico, consistente e indiviso, pues todo acaece a la vez en la completitud de la Vida, en la integridad de la Consciencia, en la Divina Unicidad del Amor que nos sustancia en Espíritu y Verdad, en la intensa e inacabable bienaventuranza de estar vacíos de ego. Puedes llamarlo DIOS, si quieres, o Absoluto, Nirvana, Ser, Alá, Brahmán, Vacío, Tao... Pero es más, muchísimo más que el Dios, Absoluto, Nirvana, Ser, Alá, Brahmán, Vacío, Tao..., que el irredento ruido del pensar egoico pueda concebir, y siquiera llegar a atisbar o sentir.

KHAAM-EL


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