La humildad con corazón bondadoso y solícito es lo que el Maestro Jesús de Nazaret nos enseñó lavando los pies a sus discípulos, para juntos, en mutuo apoyo y servicio, vivenciar la esencia de la Libertad de Espíritu que nos desata de los malignos grilletes egoicos.
El que quiera ser amado primero ha de amar, quien quiera que le digan la verdad antes ha de ser veraz, quien quiera que le respeten primeramente ha de respetar, y el que quiera vivir en plenitud con premura ha de bendecir, alentar y compartir el pan, el vino y el manto con el prójimo de corazón a corazón mientras recorre las jornadas que tiene estipuladas en el mundo. Ciertamente, la entrada en el Cielo es en hermandad, jamás justificando resentimientos contra alguien o algo; pues en el Cielo (en la Divina Unicidad de DIOS Vivo) no hay cabida para lo que reniega de la pureza del Amor.
KHAAM-EL
No hay comentarios:
Publicar un comentario