1.
Cuanto más imprescindibles nos creemos, de seguro es cuando más prescindibles nos hacemos.
2.
Indicar un lugar nunca será el lugar, apuntar a la verdad en su plenitud indivisa no es la verdad. Se comparte el mensaje de plenitud para ofrecer una dirección en la mente, una actitud consciente de presencia, de atención interna elongada hacia lo externo, un no juzgar a priori sin tampoco categorizar a posteriori. Tan sólo vivir, vivir de veras... sin avideces ni temores, con Amor.
3.
Bienaventurados los que ríen, juegan y bailan para que su prójimo abandone la tristeza, deje atrás el tedioso esfuerzo vano y cese de arrastrarse cansinamente por las solitarias multitudes del mundo, de ellos es la Plenitud y la Vida Eterna.
4.
Nada sucede al azar. En la raíz misma de los pensamientos que albergamos y de los actos que realizamos, ésta se encuentra sincrónicamente enlazada con pensamientos y acciones semejantes que despliegan circunstancias acordes a su naturaleza; si buena y amorosa: paz y dicha en el alma, si mala y egoísta: temor y angustia en el corazón.
5.
Tengamos siempre bien presente que somos Hijos de DIOS; de la Luz, no de las tinieblas; del Espíritu, no de la carne; llamados a la Dicha Eterna y no al llanto ni el duelo. Nuestra existencia cobrará entonces hondo sentido y orientación, nutricia esperanza e inefable vínculo espiritual con la vida toda.
6.
Ver lo que los ojos no ven, presentir lo que los sentidos corporales no anticipan, escuchar la sutileza de la plenitud sin necesidad de oír con los oídos, saber sin necesidad de pensar y vivir en el tiempo trascendiéndolo al comulgar con lo eterno en el prójimo, esa sencillez devenida del no apego personal es el llamado despertar espiritual, la buscada iluminación de la conciencia o la tan anhelada realización del ser.
KHAAM-EL
No hay comentarios:
Publicar un comentario