Mirar y no ver, oír y no entender, pregonando que se ve y comprende, es servir a la oscuridad abanderando la luz. La tentación de encumbrarse en la humildad o lucrarse con lo solidario es mucha y terrible. El mal de la hipocresía, escondido y devastador, pudre por dentro ofreciendo un aspecto rubicundo.
Por eso, duele constatar como, en no pocas ocasiones, el ultraje mayor contra la espiritualidad genuina proviene de ámbitos supuestamente espirituales que farisaicamente, en nombre de 'Lo Inefable', tienden a mundanizar 'Eso' que trasciende este mundo temporal acomodándose a él, valorando más el prestigio personal, los comedidos ademanes del buenismo de lo políticamente correcto que disgrega y enemista fingiendo actuar por la unión y la amistad. y la propia holgura aun teniendo que constreñir a otros, como señales y aquiescencias venidas de 'Lo Alto', antes que reconocerlas en la paz mental y la dicha en el corazón (fruto indudable de seguir el Camino, la Verdad y la Vida) sobrevenidas de haber realizado, por encima de lo particularmente deseado, aquello que se debe en favor del necesitado (tanto de cuerpo como de alma) incluso a costa de que tal labor lleve aparejada adversidad o/y escasez (Amor).
KHAAM-EL
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