miércoles, 23 de noviembre de 2022

IN MEMORIAM DE MI PRIMA JULIA (MASIRA) -Testigo de la Verdad en este mundo, que ha regresado a nuestro Hogar Eterno-

    Una luz parece apagarse en nuestro entorno cuando un ser querido desencarna, más una inmensurable luminaria se enciende en nuestro corazón, esclareciendo lo que estaba en penumbras, si nos asomamos más allá de la pena, la angustia y el revés, y aceptamos lo inevitable con entereza, agradecidos del tiempo y aconteceres compartidos, jubilosos de lo grato convivido, de lo ingrato superado y de lo tanto aprendido. El duelo entonces, milagrosamente, se convierte en vuelo; las lágrimas, en esperanza de un glorioso reencuentro en los cielos; el desconcierto y la ausencia dejan paso a un amor eterno, arrollador e indestructible, un Amor que el mundo no conoce pero que de pronto, intuitivo, el corazón recuerda: no somos el cuerpo, somos Alma, Espíritu Infinito en armonía y bendición universal, Conciencia Indivisible de DIOS y de Su creación, uno con todos y con todo... Pura Vida Bienaventurada.
    Venimos al mundo con la misión de compartir fraternalmente con otras almas, dando lo mejor de nosotros según nuestras capacidades, ahondando en lo sustancial de la vida con perseverancia, humildad y sentida abnegación por el bien común. Cualidades éstas que Julia (Masira) tenía y derramaba a borbotones. Gracias por haber cumplido tu misión con apasionado arrojo, prima hermana y maestra de DIOS, échanos un cable e inspira nuestro humano entendimiento a los que aquí continuamos, para subir por él hacia el feliz descanso del que ha realizado con valor su tarea, como ya has hecho tú. Abrazo inmensamente agradecido de Alma a Alma, Julia.
 
KHAAM-EL


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