INSTANTE PURO DE ETERNA DIVINA UNICIDAD

    No hay empírica fugacidad en el aquí y ahora, en el eterno presente; únicamente se experimenta en la humana percepción, en su restringida conceptualización del mundo. Nacimiento, desarrollo, declinación y muerte, son percepciones condicionadas y, por consiguiente, equívocas. Los peces nacidos en una pecera no pueden concebir la inmensa riqueza del mar, por mucho que otros peces que de él fueron pescados, e introducidos en la pecera junto con ellos, les expliquen. De igual manera, la mente identificada con el cuerpo no puede entender el relato de una conciencia que ha experimentado el 'no ego', el 'no cuerpo', la ilimitud de la consciencia, el Amor Inconmensurable de lo indiviso y en bienaventurada comunión... Tan sólo indicar una dirección de pensamiento, una nueva actitud vital de desprendimiento, empatía y total confianza en el natural despliegue de la vida durante el engañoso tránsito por la subjetividad de lo variable. Un alentar y recordar que todo fue bien, que nada aparente subsiste; porque, sí o sí, el cuerpo/ego es corruptible y mudable, finito e ilusorio, mientras el Espíritu que lo vivifica permanece incondicionado, real e inmutable, puro, innacido e inmortal.

    El tiempo es una idea, una inconclusa apreciación de los hombres, que procurando medir lo cambiante acotan lo inseparable, ajustándose al giro celeste de la Tierra alrededor del Sol, y demarcando tal giro en porciones secuenciales de las que surgen las horas, minutos y segundos, configuran un día; y de la suma de estos días, de la subdivisión de lo intangible como si fuera tangible, elaboran calendarios y cálculos universales ordenados en semanas, meses, años, lustros, décadas, siglos, milenios y eones... pura subjetividad tomada por objetiva, meras aproximaciones a lo sutil arrogantemente asumidas como exactas, hipótesis tendenciosamente valoradas como confirmaciones. Mas todo esto, pese a quien pese, acaece en lo intemporal: todas las formas, sus surgimientos, cambios y desapariciones, se despliegan en el espacio inafectado; todas las ideas, creencias y pensamientos, la mente humana, animal o aun desconocida, la mente en la totalidad de las criaturas, sucede en la Consciencia Universal... en el Instante Puro que subyace a todos los acontecimientos aparentemente concatenados... en el Espíritu Inmortal... en la Divina Unicidad... en el Infinito e Incondicional Amor de DIOS.

KHAAM-EL