viernes, 2 de diciembre de 2022

LO INCOMPARABLE E INNOMBRABLE... PURO Y VERDADERO SER

    ¿Para qué cuestionarse desde lo limitado acerca de lo ilimitado? Tan sólo, acallar el fragor de los pensamientos y seguir la íntima intuición que en la inmanente quietud de ser siendo ahora y aquí, al yo pequeño y temporario trasciende. ¿Qué parangón podría haber entre lo Eterno y lo caduco, la Verdad y el engaño, lo Bueno y lo maligno, la Vida y la muerte, el Espíritu y la carne, el Ser y el ego? Ninguno. Todas las interpelaciones, comparanzas y sesudas disquisiciones cesan ante lo incuestionable; pues, enlazar lo real con lo ilusorio es tan absurdo y falso como reafirmar y alentar en su tremendo yerro a un hombre que creyera
, delirando, ser una cucaracha, en lugar de intentar sacarlo de su descabellado equívoco a todas luces contrario a su propia índole.
    El efecto de algo no es el causante de ese mismo algo. Lo primero ante lo segundo, jamás será tercero. La Consciencia en Sí (alma, ser, espíritu) es la causa de la consciencia de sí (yo, ego, cuerpo sintiente), nunca su efecto; ergo, el alma no es la mente o el cerebro, el ser no es la carne, el espíritu no es el cuerpo sintiente, sino que la Vida que se sabe vida -no siendo el efecto de sus objetos de expresión- es la causa de estos-. Lo contrario: una nefasta ilusión perceptiva.   
    Ante la ofuscación mental derivada de la específica y errónea (por sesgada) interpretación de los sentidos sensorios, la meditación, la compasión y la oración contemplativa son procederes que esponjan y sutilizan la conciencia de sí, llevándola a su sereno e intemporal estado natural de 'no cuerpo', 'no mente', 'no tiempo'... evidenciándose con su práctica constante aquello que, por incomparable, es directo, real, pleno, indivisible y bienaventurado... indescriptible Consciencia en Sí... pura Divina Unicidad... inefable comunión con el Infinito Amor del Innombrable SER QUE ES SIN PRINCIPIO NI TÉRMINO, Y SE SABER SER.

KHAAM-EL


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