domingo, 20 de agosto de 2023

INSEPARABLE E INDESTRUCTIBLE UNIÓN DE ESPÍRITU


    
La Luz del Amor compartido perdura más allá del tiempo y de la carne. Lo en esencia convivido con presencia consciente y corazón verdaderamente fraterno, aunque el ser querido ya no esté físicamente cerca (por distancia o por haber partido a la eterna plenitud), nos inspira, alienta y acompaña siempre.
    Las cosas del mundo pasan, y sus triunfos no son tales. La generosidad y bondad genuina, aun en lo que el mundo llama fracaso o muerte, vence.
    José Manuel, hermano de carne y sangre, amigo eterno del alma y maestro de las cosas sencillas y buenas, cumpliste tu tiempo aquí de manera ejemplar. Te sé siempre en mi corazón y en el de todos los que tuvimos el privilegio de conocerte en profundidad. Comparto este hondo sentir, este inmenso júbilo de saberte en plenitud, este invaluable agradecimiento de saberme ayudado y aconsejado por ti desde lo infinito, sagrado y bienaventurado, en los momentos cruciales de mi estadía en este mundo efímero, y no me desvíe de la ascendente senda que conduce a la Luz; lo comparto sí, para que quien lea esto sepa con seguridad que la auténtica vida es inmortal, que es del Espíritu y no del frágil y caduco cuerpo, que el Amor, la Paz y la Dicha son patrimonio del Alma, naturaleza esencial del Ser, comunión vital en Divina Unicidad. ¡Que somos todos, en esencia y en verdad, criaturas inseparables del Infinito Amor de DIOS VIVO!

KHAAM-EL


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