miércoles, 16 de agosto de 2023

LA VERDADERA GLORIA Y PLENITUD NO SON DE ESTE MUNDO

    
Pretender la gloria, compitiendo por el control de los asuntos del mundo en el mejor de los casos, o combatiendo por ellos, en el peor, es la dirección segura al descalabro emocional, la más odiosa maldición disfrazada de bonanza -que emponzoña el alma hasta la podredumbre-, la acción idónea e implacable para la angustia, la furia y el desasosiego mental, el empeño fútil que extenúa -hasta el desfallecimiento- el corazón, trayendo la irremisible pérdida de la genuina alegría y la completa extinción de la benéfica empatía esencial que nos hermana y unifica en una misma bendición, en una universal comunión de almas, en una única y sagrada bienaventuranza, en un indiviso Espíritu, en una igual luminosidad convivida sin igual... En la verdadera, total y singular gloria de DIOS VIVO. No hay otro estado, o nivel de consciencia a parte de este inseparable ámbito existencial, que sea realmente existente, perfecto y santo.
    No difícil, pero sí intensa y perseverante es la decisión/acción de vivenciar tal sublime y liberadora revelación, resulta del enérgico abandono de toda egoica pretensión. No más que eso, mas tampoco menos de eso.

KHAAM-EL


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