EL EGO ES ENGAÑO Y SUFRIMIENTO, EL ESPÍRITU VERDAD Y BIENAVENTURANZA

    Fugaz es la carne y breve el mundo de las formas... Embrujo del ego, donde ensalzando la personal ambición se guerrea, y sobre quien, mediante calculadores engaños, creyendo haber triunfado con más fuerza le señorea: susurrándole que los demás son una amenaza a sus logros y posesiones; aconsejándole que su cuerpo es más importante que el espíritu; aislándole en el miedo, haciéndole creer que éste en lugar de amenaza a la paz y la dicha es su refugio.

    Jamás conmueve la voz a los sordos ni la belleza es contemplada por ojos invidentes. De igual manera, la Verdad nunca es comprendida ni brilla cuando uno vive de ensueños persiguiendo mundanidades con febril ansia.

    No hay sosiego duradero ni dicha completa para quien se enfrenta al prójimo y a la vida con deseo impuro, resentimiento, codicia o ira, fuentes ponzoñosas de temor y horror; pues es Diablo de diablos el ego, ensordeciendo y cegando en nombre de la comunicación y de la luz a todo aquel que taimado, temerario o incauto, le atienda y cobije.

    El corazón puro es joya incalculable; una mente aguda sin su latido, el más pesado de los lastres. La mayor torpeza e ignorancia es creerse hábil o sabio sin serlo, y mayúscula vileza autodefinirse virtuoso. Ufanarse sobre el común y medirse por lo conseguido, descollado o acumulado es admitir falacias como veracidades, ensalzando el cuerpo por capricho, temiendo perder por obcecado afán de ganar, cerrando el alma a las almas, negando el amor por orgullo, despreciando con petulante juicio, nada juicioso, la espiritual vida que a todos -en esencia- nos hace uno en bienaventurada plenitud.

KHAAM-EL