ALEGORÍA SOBRE LA HUMANA CONDICIÓN

    La vida humana es semejante a las orugas, que no saben con certeza, aunque intuyan el sonido y la brisa del batir de las audaces alas de las volanderas mariposas que llegarán a ser, si con paciencia viven los estadios de humilde condición primera, que las obliga a arrastrarse por el suelo. Más, sin embargo, tras la metamorfosis de la asimilación consciente de lo experimentado y padecido por ellas en esa etapa, renacidas de la crisálida en que mudaban, ya adultas en esencia y presencia, sí recuerdan con comprensivo cariño y compasión la antaña etapa como orugas; dando por buenos todos los incidentes, contrasentidos y dilemas pretéritos como inmejorables oportunidades para tal cambio de lo bajo a lo alto, de lo grosero a lo bello, de lo pesado a lo volátil, de lo condicionado a lo libre.

KHAAM-EL