ESPERANZA ESPIRITUAL, ÚNICA Y VERDADERA ESPERANZA
La auténtica esperanza (la que desde lo hondo alegra, hermana y vigoriza) es confiada certeza en la consumación de la plenitud del Espíritu de DIOS sobre la carne, sobrellevando las vicisitudes terrenas con fraterna entereza. Mas, la esperanza depositada ante todo en los frutos del mundo es falsa esperanza (mera expectativa egoísta no más, insensato endiosamiento del hombre) que decepciona, enerva y amarga, dejando hambriento a quien tal anzuelo muerde. Porque la tentación de lo efímero mostrándose como esencial es la mayor de las trampas, el más cruel de los engaños: lo peor pasando por mejor, la mentira ocultando lo veraz, lo divisor e infame vendiéndose como estrategia de triunfo y loor, el infierno sugiriéndose cielo, la muerte disfrazándose de vida.
KHAAM-EL
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