Estar despierto, nada tiene que ver con soñarse despierto. Igualmente, creer ayudar y servir al mundo, nada tiene que ver con ayudarlo y servirlo efectivamente.
Si no hay paz mental y gozo en el corazón, si no hay claridad de inefable esencialidad, si no hay verdadera fe, paciente misericordia y fraterna justicia, si no hay valor de atestiguar lo veraz evitando plegarse ante la falsía y la hipocresía (no rehuyendo sufrir contrariedades y penalidades), si no hay desapego por lo transitorio, si no hay certeza de espiritual plenitud y de eterna comunión allende el corpóreo tiempo, no hay despertar ni liberación, hay ego proyectando imaginarias y fallidas soluciones para imaginarias problemáticas por él mismo confeccionadas.
Únicamente rendir el 'yo' definitivamente, o entregar los problemas del 'yo' y del 'mundo' a DIOS VIVO, nos saca de la zona de control personal y nos libera, sin dilación, del egoico sufrimiento y del temible yugo de la muerte. Porque el ceder completamente el flujo vital a la Providencia, colapsa y disuelve el ilusorio ego en la Realidad Indefectible, en el Puro Ser, en la Absoluta Divina Unicidad.
En
definitiva, si no hay verdadero amor, se está enredado en ilusiones
que turban el alma y emponzoñan el mundo, aun soñando querer
ayudarlo.
KHAAM-EL
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