viernes, 13 de septiembre de 2019

POR LA GRACIA NADA PUDO IR MAL FINALMENTE

   No te agarres a tus pensamientos egoicos como si fueran ciertos o, valga la paradoja, te desgarrarán. No pelees con tus fuerzas o flaquearás. No claudiques con tus resentimientos o te sentirás morir. No busques tan sólo las cosas del mundo o te sentirás perdido y defraudado. No busques prestigio, influencia o poder, o te experimentarás despreciable, solo y vulnerable. No te lo tomes todo de forma personal o sufrirás. Por muy tétrico y pavoroso que se ponga todo a nuestro alrededor; por muy fatigado que esté nuestro ánimo de buscar su sitio en el mundo y no sólo no encontrar la recompensa esperada, sino además ser ignorado o incluso atacado; por muy amenazador que se muestren las situaciones anunciando una más que probable hecatombe financiera, de salud, sentimental, social...; por muy desalentador que haya sido nuestro pasado y sea un pesado lastre sobre nosotros; cuando esa fría y angustiosa sensación de creerse abandonado de Dios es enorme, es precisamente cuando, si perseveramos en la fe, como Jesús, la vida en Cristo cobra un hondo y victorioso sentido por el Infinito Amor de Dios que nos garantiza que nada pudo ir mal finalmente. Por Su Gracia la tumba de la carne queda vacía de su huésped en la Luz de la resurrección.

   Que el desaliento no sea una opción en tu mente, confía en medio de la vicisitud sabiendo que todo mal o perjuicio -más pronto o más tarde- acaba. Aunque te encuentres en una situación imposible, entre la espada y la pared, decide confiar en Dios. Toma tu cruz y sigue el ejemplo de Cristo; dale tus pesares, miedos y sinsabores, e invítalo a caminar contigo. Él intervendrá e intercederá por ti, transformando tu flaqueza en Su fortaleza y a la oscuridad que te crucifica al dolor y la angustia el traerá la Luz la paz y la bendición. Persevera... da un paso tras otro en la dirección del Amor..., finalmente todo obra para bien. En medio de lo peor los milagros te conceden lo inimaginable y esplendoroso. Aprende a Amar en la fe. Donde esperabas tu final en las despiadadas garras de la muerte se te da el comienzo a la vida eterna. Dios siempre ha estado contigo, con todos, aunque muchas veces no lo pareciera. Todo tiene una razón más allá de cualquier humano razonamiento.

   Ten paciencia y abundarás en la fe. Sé fraterno y se acrecentará la dicha. Camina con gratitud aun rodeado de ingratitud, lleno de Amor incluso entre el odio más atroz. Camina, con coraje, hasta el final; dándole bien al mal. Templando la agitación e imprudencia manteniéndote firme en el ejercicio de la oración y la paciencia. Al final todo tiene sentido, perfecto y bienaventurado sentido. Al final, el Reino de los Cielos vendrá a ti, merced a tu corazón enamorado sin temor a romperse en mil pedazos. Mantente determinado en la fe... Atraviesa la angustia de muerte. Nada saldrá mal. Al final todo fue bien. El tiempo es insignificante para la eternidad. Hay un propósito bendito que dejó todo en la gloria por la Gracia de Dios. Nunca has estado realmente solo. Dios siempre ha estado, está y estará aquí, ahora, sin duda. Su Palabra tiene perfecto significado... Amor, Verdad y Vida. Es Luz en el mundo; penetra en lo humano y lo devuelve a lo divino, pues Su Palabra Resucita. Entrégate por tanto con devoción a Dios y, más allá de la tumba, Su luz eterna te liberará de las tinieblas de la muerte. Ahora, levántate y anda, sigue con fe tu camino. Lo que no tiene significado (lo mortal) se desvaneció para siempre en el contundente y veraz significado de lo que no conoce, por su infinitud, ni la decrepitud ni la muerte. Toda la idiotez y vanidad del ego, junto a sus miserias de grandilocuente fanfarria, quedarán reducidas a la nada que ciertamente son. Al final, sabrás que nunca pudiste ser un ego, que tu prójimo tampoco fue jamás un ego, que el mundo perceptivo es una ilusión, y que lo real es el perfecto Amor de Dios a Su Hijo -tu ser- en lo esencial, intemporal, puro, intangible e inefable. La vida no es de la carne sino del espíritu. nadie es la historia personal/corporal que se cuenta. Ahonda. Medita. Ora. Ve hasta el final. No te desvíes de la ruta que la Luz de Dios, por la Gracia, te traza en el presente, finalmente nada fue para mal. Haz lo que debes; olvida lo que deseas, y encontrarás lo que jamás pudiste perder, aunque por un tiempo en el tiempo lo creyeses: la Vida Eterna. 

KHAAM-EL



No te desvivas por transitoriedades
ni quieras acumular lo que el tiempo destruye.
Descansa tu confianza sobre Dios. 
Él no falla jamás. 
Siempre está contigo... 
llámalo y haz Su Voluntad.
Comparte con tu prójimo la Buena Nueva... 
al final, por la Gracia, 
aunque en el mundo todo fracase, 
todo fue bien.
No pierdas la sonrisa y queda en paz...
Dios es el perfecto Bien y todo volvió a Él.
No te demores con las cosas del mundo 
y únete a Su Propósito de Salvación.





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