miércoles, 4 de septiembre de 2019

SOLTAR LO PERSONAL ES GANAR LO UNIVERSAL

   No pongas el poder de ser feliz únicamente en la consecución de tus sueños personales o llevarás un peso innecesario, confundiéndolos con alas cuando como losas te detendrán y precipitarán a la frustración y el sufrimiento cada vez que se derrumben, fracasen o acaben; porque, si reflexionas y sabes mirar más allá de lo superficial, los deseos siempre evidencian ser una carga, un lastre que te hunde en lo transitorio, una moneda brillante pero falsa y carente de valor con la que sólo se puede adquirir ostentosa impermanencia. Elévate, pues, por encima de todos ellos sin más demora, siendo consciencia plenamente presente, en paz y dicha incondicionada. Suelta sin contemplaciones toda tendencia a lo personal, a lo exclusivo y separativo; suelta la idea de ti, del mundo, de lo que te gusta y disgusta, no te apegues a los conceptos a favor o en contra de Krisnha, de Dios, de Buda, de Alá, del Tao, o del materialismo y la nada después de esta vida; sí, suelta tu apego a las creencias surgidas de tu particular interpretación de las Escrituras o de la Ciencia; descarta toda idea que venga de lo personal y egoico, incluyendo la expectativa de ti como encontrador de lo Divino; sencillamente, porque el buscador que piensas que está buscando Eso, no es sino justamente quien ha imaginado perderLo y, si lo buscas desde ese sistema de pensamiento que quiere ganar porque puede perder (el ego), seguirás perdiendo reiteradamente todo lo que obtengas. Así que lo más sensato es perder el pensamiento de perder no queriendo ganar nada desde esa profunda creencia en la pérdida. 

   Confía en el presente con presencia clara, honesta, generosa, libre y llena de Amor. Simplifica. No necesitas refinar una estrategia personal para procurarte dicha y paz; todas fallan. Únicamente habrás dejado de perder, de inmediato, si sueltas el ego como posibilidad de ti o de los demás; más, si te empecinas en encontrar con el ego, en retener posesiones y logros, seguirás sintiendo la desesperante sensación de carencia por mucho que atesores transitoriedades. Ya que la manera de pensar que inició la paradójica dinámica de evitar sentirse carente es, a todas luces, la que pretende -inútilmente- encontrar a su gusto y antojo, y lógicamente seguirá experimentando la carencia que teme y quiere evitar. Medita, ahonda. Mira la raíz de toda acción, de todo pensar. Silencia el batiburrillo de conceptos... y, en la paz que entonces hallas, se hace la Luz. ¡Vaya! ¡Albricias! En la Divina Unicidad que nos alienta la carencia es imposible; luego, tan sólo hay que perder al perdedor que sueña con ser ganador, abandonar el ansia acumulativa que agujereaba el ánimo, y, entonces, sin duda, el Despertar a la Plenitud del Ser iluminará de una vez y para siempre la negrura que el ego imaginaba. No temas. Actúa sin buscar un resultado personal, soltar lo personal es ganar lo universal. Queda abierto al milagro que Dios derrama con Su Gracia siempre presente cualesquiera sean las expectativas, angustias e incertidumbres que parezcan sacudirte, y te irá bien aún rodeado de las formas que más te aterran. En la forma el deterioro y la muerte parecen campar a sus anchas, pero la vida verdadera, la del Espíritu trasciende cualquier deterioro o muerte. Vivencia y extiende lo esencial desde tu corazón universal, permanece en paz mental aquí y ahora... No es afuera el inevitable encuentro con lo inseparable sino dentro, muy dentro, en lo más hondo y santo, en la brillante pureza del alma inmortal.

KHAAM-EL



Confía... 
escucha a tu corazón 
y no a tus memorias personales.
No te agarres a los asuntos mundanos...
Actúa por Amor y no por personal provecho.
Eres libre, esencialmente libre,
como un pastor solitario en las montañas
que humildemente comulga con el mundo entero 
de corazón a corazón, de alma a alma,
sintiendo la plenitud de ser un solo ser 
en el Espíritu de Dios.
 Reconócelo 
y recuérdale, entonces, a tu prójimo 
la libertad esencial que compartimos...
Y fluye feliz por la corriente presente
extendiendo la infinitud del Ser...
Sí, agradece y bendice cada instante de tu vida 
como lo que es:
una excelente oportunidad de extender pureza, 
esencia y bendición.




No hay comentarios:

Publicar un comentario