sábado, 10 de octubre de 2020

SIN NADA EN ESPECIAL, LO ESPACIAL

 
   Vacíate de todo. 
Deja que la mente descanse en paz. Diez mil cosas suben y caen mientras el Yo las contempla regresar. Crecen y florecen y luego vuelven a su origen. Regresar al origen es inmovilidad, que es el camino de la naturaleza. Este camino es inmutable. Conocer la constancia es sabiduría. Ignorar la constancia conduce al desastre. Conociendo la constancia, la mente está abierta. Con una mente abierta, tendrás abierto el corazón. Con el corazón abierto, actuarás impecablemente. Al actuar impecablemente, alcanzarás lo divino. Al ser divino, serás uno con el Tao. Ser uno con Tao es eterno. Y aunque el cuerpo muere, el Tao nunca desaparecerá
Lao-Tzu

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   Contempla todo el mundano trasiego con una mente abierta, con la constancia de no permitir que ésta divague, con la humildad de no juzgar desde la óptica del ego (siempre limitada), y reposarás en una paz perfecta, bendita y sublime. Puesto que la plenitud (y la paz de espíritu es plena al no estar sujeta a las contradicciones y controversias egoicas) no es una cuestión de cantidad, sino de cualidad; de realidad esencial y no de aparatosos espejismos. Porque, como es evidente, las apariencias engañan y confunden al mostrar lo que no es como si lo fuera. Mas, 
dos, tres o más vacíos que pretenden solidez aparentando ser ámbitos diferenciados por la breve ilusión de erráticas impermanencias, conforman realmente un mismo y único vacío. La realidad siempre es obvia y sencilla: aquello que siempre es igual a sí mismo, siempre es 'no-dos'. Como nos dijo Jesús de Nazaret: "cuando dos, tres o más, se reúnan en mi nombre: ahí estaré Yo". Todos comulgando en el mismo vacío de ego, en la imperecedera Divina Unicidad. Sí, vaciarse de todo particularismo para unirse en espíritu y santidad, es llenarse completamente de lo indestructible, al deshacer toda aparente división formal/temporal en un constante aquí y ahora infraccionable. Permanece por tanto, amig@, en la permanencia consciente de lo indivisible, en esa bienaventurada vacuidad plena de eternidad... No habrá, en verdad, desastre que pueda hacerte tambalear, porque en lo impecable nada transitorio tiene sustancia o significado real. Ahonda: regresar a lo eterno es siempre ahora, y ahora, también, es siempre. Por eso, el camino del Tao es inmutable... es "camino, verdad y y vida". Medita. Profundiza. Ya dijo Gautama Siddhartha, el Buda: "samsara, ya es nirvana". ¡Despierta! Comprende lo mollar abandonando la falacia de lo particular, especial y egoico. Lo ilusorio sucede en lo real sin afectarlo realmente. Sin nada en especial, se evidencia lo espacial, lo infinito, lo puro. Confía y rinde lo personal. Krishna en el 'Bhagavad-Gita' en el Cap. XVIII, 64-66, le dice a Arjuna: "Ahora voy a enseñarte la doctrina más secreta y más elevada; por tu bien lo haré, ya que eres mi bien amado. Yo te aseguro y te prometo, porque te amo, que si fijas tu pensamiento en Mí y me amas, me adoras, arrodillándote sólo ante Mí, te unirás Conmigo. Refúgiate en Mí, renunciando a todas las leyes y Yo te libraré del mal y del error." 

   Calma tu avidez intelectiva. Apacigua tu ansia sensorial. Abre tu mente al presente. Ofrece tu corazón a la vida y no le exijas nada. Ve a lo sustancial de lo espiritual y no te enredes en superficiales controversias conceptuales o ritualísticas que alejan de lo que se quiere hallar, comprender y conocer. Simplifica. Sé una página en blanco en la que escriba la Providencia y no un propio e interesado afán. Confía. Agradece y Ama. Todo lo que viene se irá; mas lo que se extiende desde lo vacío de pretensiones especiales, permanece en ilimitada espaciosidad. En verdad es sencillo: todas las Enseñanzas que apuntan a Lo Inefable (da igual las palabras, metáforas o imágenes que empleen) son 'La Enseñanza'. No compares mensajeros ni mensajes, no te fijes en la cáscara y únete en lo sutil. Profundiza. Medita. ReConoce. Sé uno con lo que Es, y vive 'La consciencia no dual' que -en lo aparentemente dual- siempre te recuerda tu esencia infinita y gozosa, eterna y en absoluta paz, constante y perfecta en su indistinta e inmaculada unión con la Divina Unicidad. 

KHAAM-EL



Simplifica. 
Sé una página en blanco 
en la que escriba la Providencia 
y no un propio e interesado afán. 
Confía. Agradece y Ama. 
Todo lo que viene se irá; 
mas lo que se extiende desde lo vacío de pretensiones especiales, permanece.



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