miércoles, 3 de mayo de 2023

EL YO TEMPORAL (EGO), NO ES EL SER (ETERNA REALIDAD)


    Creerse el 'yo' como un 'alguien' especial, el centro de la historia de las historias colindantes, mengua la vivencia de plenitud hasta la reducida y reductora contingencia de lo corporal/temporal, de donde emergen, por la incesante pugna de los contrarios inherentes a la manera de pensar/percibir egoica (placer/dolor, dicha/desdicha, beneficioso/perjudicial, pasado/futuro, cercano/lejano, salud/enfermedad, juventud/vejez, nacimiento/muerte, etc.), todos los padecimientos humanos.
    Pensar que el conocimiento se adquiere recopilando y ordenando datos acerca de lo que surge y se desvanece, para así adquirir una destreza que anule lo indeseable manteniendo sine die lo apetecido, es la mayor de las ignorancias, la que nos ata a la rueda de samsara, puesto que intentar estabilizarse en lo inestable es a todas luces insensato e irrealizable. Como ya señaló en su día Buda, desear felicidad en/con lo pasajero es la raíz de las calamidades y del sufrimiento de la humanidad. Ese perseguir lo para uno soñado, deseado y presupuesto como mejor, anteponiendo la minúscula voluntad personal a la Voluntad de las voluntades, a ese despliegue natural de Lo Que Es, del Soy el que Soy, conlleva inherente todos los padecimientos imaginados e inimaginables.
     La conciencia de ser 'alguien', de ser un 'yo aparte', un ente independiente del resto de entidades circundantes (ego), es inconsciencia y ensueño, ilusión y vanidad. E igual que surgió en el tiempo y la forma, de ellos desaparecerá. Más, tanto lo que hay en el tiempo y la forma como allende los mismos es la Realidad, el Ámbito Inefable libre de cualquier condicionamiento desiderativo, Lo Que Es, la Consciencia consciente de las conciencias y que, sin excepciones, las abarca a todas sin depender de ninguna (DIOS VIVO, Absoluto, Nirvana, Ser), dotándolas de su Sagrada Naturaleza en lo más hondo e íntimo de sí. Eso es lo que en Esencia y en Verdad tú, yo y todos, somos en indivisible comunión bienaventurada de Vida Eterna (Amor).
    Perseverando en la consciencia de ser consciente de la conciencia, se desliga uno del deseo de lo especial y separado. Y, abandonado definitivamente el apego al 'yo aparte', aquí y ahora lo real, lo pleno y eterno, la evidencia de Ser, resplandece en Divina e Inacabable Unicidad incluso en lo aparente, temporal y corpóreo.

KHAAM-EL


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