Quedó claro lo que Cristo nos dijo a todos con un Amor infinito,
borrando una oscuridad de milenios
con valientes actos y afables signos...
Hoy su buena guía se acalla a gritos de esloganes embusteros y pérfidos
que desvían del correcto camino
mientras abocan al más triste abismo.
Su libertad de fraterno concilio es apresada por el obsceno odio
que encadena cruelmente al humano ámbito
con grilletes de férreo egoísmo.
Quiere volver de nuevo aquel imperio de "ojo por ojo" abolido por Cristo.
Unámonos a Él frente al hecho mezquino,
¡alzándonos en almas todos unidos!
KHAAM-EL
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