Caer en el fariseísmo como religiosidad es profesar una espiritualidad muerta. Pues, aquellos que no tienen honestidad, valentía, ni amor en sus corazones, pero de palabra y función fingen tenerlos, encumbrándose sobre el común mientras esconden su personal interés y orgullo con formulismos, tradiciones y legalismos que les favorezcan, no son dignos de la sagrada función que realizan, ni pueden ocultar su hipócrita mezquindad al DIOS VIVO que, desconociéndolo por completo, pomposamente dicen conocer; porque, aunque al mundo entero engañaren, jamás a la penetrante mirada del Eterno, a la todo abarcadora visión de DIOS VIVO, que ve todo lo que los ojos ven y también todo aquello que no alcanzan a ver, y escucha y conoce incluso los pensamientos de quienes astutamente con el silencio más absoluto pretenden taparse.
Nunca sigas directrices humanas como si de la Palabra del Eterno se tratara, te engañarán, manipularán y someterán en nombre de la Divinidad con arbitrarias normas contrarias a la esencia del Amor Divino. Sigue únicamente y con perseverancia, hermano/a en Cristo, la dirección vital que el Santo Espíritu de DIOS VIVO susurra en la paz de tu corazón.
Para finalizar, tan sólo añadir, recordemos y mantengamos grabados a fuego en lo más hondo y puro de nuestro ser estos sencillos, claros y fraternos mandatos del Altísimo: "Amarás al Señor tu DIOS con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza, y al prójimo como a ti mismo." "Conoceréis la Verdad. Y ésta os hará libres."
KHAAM-EL