Segundo a segundo se despliega un abanico de posibilidades que nos atan o liberan del mundo.
Atendamos sobre todo al quid del flujo que no se detiene.
El tiempo habla claro a los oídos que quieren conocer el sentido de esta existencia que bajo el sol, la luna y las estrellas palpita.
¿Quién soy? ¿Quién eres? ¿Quiénes somos?
No fraccionemos lo indivisible ni persigamos falsas plenitudes en una carne efímera.
Acumular fechas en el calendario sólo envejece a lo que nació para morir.
Dejemos de lamentar amargamente lo adverso y evitemos idolatrar conjuros, pócimas y cálculos con los que acomodarlo todo a nuestro antojo.
Vayamos a la raíz de todo, no nos distraigamos con el ramaje ¿Para qué buscar porqués?
En el silencio interior, revelación... luz y paz.
Escuchemos calladamente el rumor de las horas acompasar el latido de nuestras vidas.
Discernimiento y comprensión, ¡nadie es dueño ni esclavo de nadie!
El miedo impone y compite, finge e injuria, engaña y desprecia, humilla o se humilla.
Lo veraz, de cierto, acoge, reconoce y hermana; por tanto, en la Verdad florece el Amor.
No nos amilanemos por lo cambiante, atravesémoslo valientemente y amemos aunque todo parezca empujarnos a odiar.
Lo mortal, por su carnal división, odia; el Amor, por su trascendente comunión, perdona... El Amor es inmortal, el Amor es real, el Amor resucita y salva del tiempo y de la muerte.
¡Bendiciones! ¡DIOS VIVO ES Verdadero y Sabio Amor, y en ÉL somos en esencia plenos!
¡Gloria y Honor por siempre Le sean dadas!
KHAAM-EL
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