miércoles, 8 de octubre de 2025

DIOS SABE, Y A NUESTRA PLENITUD EN ÉL NOS CONDUCE


    
Un pensamiento, una dirección. Una acción, un resultado.
   Segundo a segundo se despliega un abanico de posibilidades que nos atan o liberan del mundo.
    Atendamos sobre todo al quid del flujo que no se detiene.
   El tiempo habla claro a los oídos que quieren conocer el sentido de esta existencia que bajo el sol, la luna y las estrellas palpita.
    ¿Quién soy? ¿Quién eres? ¿Quiénes somos?
   No fraccionemos lo indivisible ni persigamos falsas plenitudes en una carne efímera.
    Acumular fechas en el calendario sólo envejece a lo que nació para morir.
  Dejemos de lamentar amargamente lo adverso y evitemos idolatrar conjuros, pócimas y cálculos con los que acomodarlo todo a nuestro antojo.
    Vayamos a la raíz de todo, no nos distraigamos con el ramaje ¿Para qué buscar porqués?
    En el silencio interior, revelación... luz y paz.
   Escuchemos calladamente el rumor de las horas acompasar el latido de nuestras vidas.
    Discernimiento y comprensión, ¡nadie es dueño ni esclavo de nadie!
    El miedo impone y compite, finge e injuria, engaña y desprecia, humilla o se humilla.
    Lo veraz, de cierto, acoge, reconoce y hermana; por tanto, en la Verdad florece el Amor.
  No nos amilanemos por lo cambiante, atravesémoslo valientemente y amemos aunque todo parezca empujarnos a odiar.
  Lo mortal, por su carnal división, odia; el Amor, por su trascendente comunión, perdona... El  Amor es inmortal, el Amor es real, el Amor resucita y salva del tiempo y de la muerte.
    ¡Bendiciones! ¡DIOS VIVO ES Verdadero y Sabio Amor, y en ÉL somos en esencia plenos!
    ¡Gloria y Honor por siempre Le sean dadas!

KHAAM-EL


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