viernes, 16 de diciembre de 2016

COMPARTIR LO ESENCIAL, SANTO Y PURO, ES ESENCIAL


   La Enseñanza de la Liberación es una oportunidad para poner en práctica una actitud mental de humildad y constancia con la que soltar cualquier apego a las creencias personales. Un dejar la mente en calma para poder experimentar la infinitud del Ser... Su Luz sin sombra, Su Dicha infinita, Su Paz bendita, Su Unicidad esplendorosa... Eternidad... Bienaventuranza... Libertad... Amor... Verdad... Plenitud... Y en la que uno es completamente Eso, porque todos son completamente Eso. Es más, nada hay distinto de ser completamente Eso; y los pequeños yoes imaginados en sus separados aspectos particulares son en sí mismos nada, oquedad y disolvencia. 

   Cualquier definición que se haga de una experiencia del espíritu es sin duda un pálido reflejo de lo inconmensurable; pero puede servir como acicate para mirar con esperanza más allá de los conceptos rutinarios de las memorias personales, y facilitar, como una señal de tráfico en una carretera, la dirección a seguir en el anhelo de plenitud. Sigue las huellas que el Amor de Dios te va dejando en el camino para alentarte, otros ya lo han transitado y consumado. En esencia no son diferentes de ti ni de nadie. Si lo pones todo en Sus manos Dios enjugará tus lágrimas para que puedas ver con claridad esas huellas; pero, recuerda, para eso has de tener fe viva y ardiente. Compartir lo esencial, santo y puro, trascendiendo el apego a nuestras justificaciones personales, es esencial porque posibilita una apertura confiada y sincera a Lo Inefable para así poder dar entrada en nuestras vidas a lo milagroso. No seas por tanto pusilánime y únete a lo que une y no intentes unirte con lo que separa o te sentirás siempre aislado. Ten coraje y no caigas en el disimulo de las apariencias. Sé recto y amoroso de verdad. No le des juego al sufrimiento y muéstrale el poder del Amor de Dios que, a todo aquel que en Su Voluntad descansa, eleva por encima de toda angustia. Y confía, persevera, ahonda. No temas; aunque el mundo entero te desprecie, si tú sigues dándole la unicidad del Ser, vivirás -como antes de todo antes y después de todo después- en plenitud.

KHAAM-EL



Descansa en la sanación del espíritu...
y compártela.
En definitiva, es lo único que de veras se puede compartir.




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