jueves, 22 de diciembre de 2016

ESTO ES DESPERTAR


   No alimentes lo que te atormenta buscando un culpable al que atormentar por ese tormento que sientes. No alientes el mal sosteniendo que tienes razón en tus amargadas razones particulares frente al resto. haz las paces en tu interior alimentando lo que bendice, une y ama. Acepta con responsable actitud que eres responsable del mundo que ves y experimentas. Acepta con alegría que cuando no estás en paz estás equivocado. Acepta con alegría que cuando buscas líderes o quieres ser tú mismo un líder estás equivocado. Acepta que cuando quieres relacionarte de forma especial con algo o alguien estás equivocado. Acepta que si te crees un cuerpo es imposible ser feliz de verdad, pero que el mismo anhelo de felicidad indica de que ésta existe, luego identificarse con un cuerpo es estar equivocado. Acepta resueltamente que el intelecto es un montón de pensamientos y conceptos que lo califican todo, pero que la consciencia es muchísimo más que los pensamientos, ergo lo esencial es la consciencia y no los pensamientos, por tanto ser es consciencia y no mero intelecto, y, en consecuencia, creer ser un intelecto es una equivocación. Acepta que el Amor, el auténtico y todo abarcador, es plenitud, y que lo que es pleno no puede sentirse dividido, y que tener un objeto de deseo, un objeto de amor específico, es una idea distorsionada acerca del amor, porque no puede haber diferencias ni preferencias especiales para el Amor, y que separar objetos de amor frente a otros sólo conduce a la desconfianza y el miedo; acepta, entonces, que tu creencia en el amor especial es un error. Acepta que todo lo que piensas haber aprendido conceptual e intelectivamente en asociación con la identificación con un cuerpo está equivocado, y deja de proyectarle tus historias al mundo permitiendo que el instante, exactamente aquí, precisamente ahora,, sea el que se dirija directamente a ti, porque es en instante santo, en el instante libre de interpretaciones personales, cuando Dios te está hablando a través de la paz de espíritu, del silencio mental, de la atención plena, consciente, porque el perfecto Amor Divino se derrama en el presente, en un presente siempre presente que nada tiene que ver con la ilusión de los logros temporales. 

   Aceptar que el mundo es un limite y que, como tal, no puede ofrecer lo eterno y verdadero, es un gigantesco paso interior que conduce al encuentro con la infinitud del ser. Únicamente trascendiendo el espacio/tiempo con consciencia despierta del sueño que imagina estar despierto. Reconocer que intentar desde lo separado alcanzar unión es tarea imposible, es la condición indispensable para dar un giro de 180º en la manera de pensar, permitiendo -desde ya- que lo que es pleno le muestre a lo que se siente y cree separado, su error perceptivo, ya que la idea de lo escindido es la negación misma de lo indiviso, ergo desde el ego no puede alcanzarse el espíritu, y que intentarlo sólo trae fracaso tras fracaso. Así de sencillo es... Aceptar, sin culpa ni vergüenza, con humilde apertura mental y confiado corazón, que la precipitada interpretación de que la identificación personal (cuerpo/intelecto) es la propia identidad, no se trata más que una equivocación, de inmediato resuelve el conflicto en su justo medio, en la consciencia consciente de ser consciencia.


   Aceptar que si a las memorias personales y al cuerpo que se desgasta en el tiempo se le llama la verdadera identidad, uno se está convirtiendo irremediablemente en una sombra de sí mismo, en una imaginación, en un ensueño, en una tremenda equivocación de efectos perceptivamente devastadores... fabricando un conflicto irreal tomado por real que ocupa el lugar de la paz, siendo la expresión de la idiotez pretendiendo poseer una sabiduría especial. Por eso aceptar que, desde las ideas que uno tiene de sí y del mundo como algo separado, sólo sé que no sé nada, es la manera de dejar de hacer el idiota, es la forma de hallar paz mental, y encaminarse por la senda de la luz hacia la plenitud del Amor de Dios... porque en Dios todos somos uno en esencia y en verdad, intemporales, felices, en perfecta paz. Que esto último sea experiencia viva, realidad directa, certeza íntima, claridad inmediata, y el sueño de la no aceptación habrá acabado en la bendita aceptación de que lo separado nunca pudo ser verdad. Simple, nada enrevesado si de veras se quiere aplicar... y ésto es despertar.

KHAAM-EL




Vuelve a lo sagrado aceptando que lo profano nada valioso puede dar...
Lo pasajero es polvo en el viento.
Alimenta el espíritu con tu atención consciente 
y despertarás del sueño del ego y sus límites de dolor y muerte.

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