viernes, 23 de diciembre de 2016

EL AMOR - VÍDEO

   Tras estas líneas adjunto el vídeo de una charla en la que abordo lo sustancial que es retornar al Amor genuino para realizar la plenitud del Ser.
   Todo el mundo opina y habla del amor. El mundo entero busca el amor. Todo el mundo ríe y llora por amor. El mundo entero dice que lo hace todo por amor... por amor al arte, por amor a Dios, por amor a la ciencia o a la cultura, por amor a la familia, por amor al trabajo, por amor al dinero y el éxito, por amor a esto o a lo otro... Siempre poniéndole a un deseo la palabra amor, haciendo de él una etiqueta para casi todo. ¿Pero verdaderamente sabe todo el mundo, desde sus limitadas perspectivas personales, qué es Amor? El verdadero Amor, ese que se expresa con mayúscula y es todoabarcante; o pone esa palabra que suena tan bien, y queda mejor, sencillamente para justificar sus deseos especiales y egoístas.
   A partir de aquí ahondamos en lo que implica de verdad el Amor y lo liberador que es para quien está dispuesto a ir más allá de todas sus excusas y prejuicios, de todas sus huidas y ataques, de todos sus ansias y miedos. Porque el Amor, el genuino, no se encuentra en los conceptos limitados que los unos se tienen de los otros y los otros de los unos, pues ya no se mantiene ni se sostiene la idea especial de uno mismo como piedra angular de la razón.
   Es en la acción que pretende el bien de todos cual uno solo donde hallamos el significado profundo del Amor, que -en su plenitud- nos colma de bendiciones sin distinción, llenando el corazón de gratitud y gozo. Sí, es en la gratitud sentida, en la gratitud de lo esencial ante lo transitorio, donde asoma clara la pureza de lo salvífico... no hay otra, es sólo en ese ámbito incondicional e incondicionado de darse por entero para la felicidad ilimitada de todos, trascendiendo tiempos y espacios, circunstancias y perspectivas, lo único que puede ser reconocido como una expresión de auténtico Amor. Eso es Amor, nada más ni nada menos.

KHAAM-EL



El Amor no conoce límites; por lo tanto no sabe de nacer para morir.
¡El Amor es plenitud eterna!

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