lunes, 26 de agosto de 2019

EL CONFLICTO VISTO EN PAZ SE DISUELVE

   Todo conflicto exterior es resultado de un conflicto interior no resuelto.  Así que simplifica y no quieras resolver el efecto como si fuera la causa.  Mira, más allá de lo cambiante, al punto de desazón en lo más hondo de tu alma (identificación egoica) que proyecta desazones en derredor y sabrás que todos los angustiados del mundo lo son por esos puntos de desazón interiores en sus almas y no por las cosas que dicen les pasan. Ahonda. Medita. La sencillez de la vida suele verse complicada por una manera de pensar (más extendida de lo que se cree) que busca sin cesar conflicto para sentirse validada. No compliques más la sencillez entrando al trapo y de forma personal contra lo conflictivo o acrecentarás esa situación complicada que únicamente quiere implicarte en su conflictividad. Mantente sosegado y ecuánime, quien busca pelea es para justificar su lucha interna; sólo intenta querer tener razón imponiendo su egoísmo como si éste fuera ley suficiente frente a la Ley del Amor porque tiene miedo a la Unicidad esencial del Espíritu y, en su desconfianza llena de odio, fabrica límites, fronteras y muros, que defiende con uñas y dientes, tras los que establecer su particular castillo de sueños excluyentes. Abre los ojos del alma y contempla en paz lo que quiere quitar la paz y no te verás afectado por su ira disfrazada de endebles razones que simulan poderío.

   Haz esto, sólo esto, pero hazlo con constancia, presencia y honestidad: aparta, no justificándolo, todo temor de tu corazón y no te encierres tras el resentimiento surgido del desamor. Perdona y mantente firme en lo esencial, puro y santo. La locura sueña con ser cordura mientras en nombre de de lo feliz y abundante todo lo amarga y devasta. ¡Despierta! La Verdad no sabe de amargas divisiones ni de partes enfrentadas, por lo tanto no es fanática ni interesada en su amplia mirada de infinito recorrido. No te pelees contra lo que pelea, pues su verdadera pelea es consigo mismo. Todo lo que escinde, prejuzga, segrega y reta es un aparente y maquillado razonamiento que no es más que sinrazón, egoísmo, desconfianza e insidia, deseando la guerra aunque a veces, con suma desfachatez, diga que quiere paz. Estate atento a lo básico y no caerás engañado con lo superficial y aparente: el auténtico pacifismo es incluyente, jamás excluyente, no insulta, denigra ni se cree superior. Contempla, pues, en paz todo aquello que quiere quitar la paz y le estarás dando una inmejorable oportunidad a unirse a esa misma paz que sabes todo lo abarca... Y, recuerda, lo que uno siembra, finalmente, recoge. Extiende, pues, la Luz del despertar del Espíritu y nunca más te atormentarán las pesadillas del ego.

KHAAM-EL



Sólo en la quietud de la mente,
en la presencia consciente,
encuentras el Amor que sana la locura del divisor odio.
Sólo en la paz de espíritu 
te liberas de la perfidia del ego
y de sus conflictivos y aterradores sueños de muerte.






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