sábado, 24 de agosto de 2019

EN LA CONSCIENCIA NO HAY INCONSCIENCIA

   No te cierres ni agites por apariencias que se imaginan reales. Míralo todo, incluido a ti mismo y a tus creencias, con mirada limpia. Cuando se contempla de frente y sin prejuicios la inconsciencia, ésta se disipa y se torna Consciencia. Ahonda, pues, en lo esencial y consúmate en las infinitas aguas calmas de una mente sin apego, en un corazón sin cerraduras... Sé un cirujano para ti mismo y extrae de tu consciencia toda idea enfermiza que te angustie, separe o limite. Templa tu ánimo y, con ecuánime actitud, ve al fondo del fondo de la mente y desecha todo lo aparente, egoísta y vano que considerabas importante en una inconsciencia que ahora nunca está. Quédate presente. Es crucial para el bienestar de tu Alma no mantener como parte de ti aquello que te escinde de la plenitud del Ser proyectando espejismos en un tiempo imaginado.

   El presente es una oportunidad inmejorable para retornar a lo intemporal si no se aferra uno a relatos pasados que se alargan hacia un futuro inexistente. Consúmete en la infinitas llamas del brillo eterno de la Consciencia Una... hasta que sólo todo sea ese bienaventurado brillo. Permite con total confianza que ardan, en ese poderoso fuego de la Verdad, todos tus deseos, temores y aversiones... descúbrete sin las opresivas defensas del ego y te extenderás ilimitado en Todo Lo Que Es, libre de particulares condiciones, exento de planificaciones y medidas, sin definiciones o cortapisas... desnudo de toda vestimenta egoica... puro, feliz e intemporal. Entrega con toda consciencia la inconsciencia del automatismo recurrente, que las memorias personales invariablemente conllevan, a la Impersonal Plenitud de la Divina Unicidad. Aquieta tus pensamientos y sosiega tus pasiones... medita con toda tu mente... ora de todo corazón: '¡Oh, Dios! Que aquello que es irreal en mí arda en el fuego de la Verdad, para que aquello que soy en esencia y en verdad emerja de forma plena y consciente'... y todo refulgirá, aquí y ahora, en el indiviso del Amor de lo santo y eterno, de lo bendito e inefable.

KHAAM-EL



Viviendo presentes el presente
con el corazón abierto y la mente en paz, 
la inconsciencia soñada se disipa por completo...
quedando únicamente la Eterna Consciencia Pura 
de Ser en Divina Unicidad.




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