martes, 6 de agosto de 2019

REALIZACIÓN PLENA

   Realizar por partes es realizar nada, ya que una parte, por definición, niega la plenitud. No te conformes, pues, con etapas como si alcanzarlas tuviera algo que ver con la genuina y esencial meta. La vida es para vivirla sin temor o no será vida realmente, sino una lenta agonía hacia la decepción y la muerte... Mira con ecuanimidad, sin egoísmo ni desprecio. No te engañes con limitadas razones que te aíslan del prójimo y que no son más que ciega sinrazón. A todas luces, más allá de lo egoico e insustancial, la vida es para el Amor; y gracias a éste, el aferramiento al yo, a lo personal y egotista, se suelta para consumar la unión plena en el Espíritu. El abandono del apego a la ilusión de la partición del ser como aspectos especiales de perspectivas separadas (ego) en favor de un sincero e inclusivo ahondamiento interior, conduce a vivenciar la plenitud de ser aquí y ahora puro Ser, extendiéndose en la ilimitud de un presente liberado por Amor de los juicios acerca de un personal pasado proyectado hacia un futuro tan incierto como irreal. En verdad es simple: no hay que agarrarse a ninguna historia particular, únicamente reencontrar esa esencialidad viva que en lo inmediato ya es definitiva y trasciende -en su bendita sencillez- todo suceso temporal. La relación con el prójimo es por tanto para la impecabilidad, para compartir lo consustancial e íntimo, lo que nos une y santifica, lo que nos hace felices e inunda de perfecta paz, lo que nos hace indivisos, y no para la discordia o el rencor. Por eso, para despertar de un sueño no hay que poner la atención ni desesperarse por lo que que parece estar contrariándonos en él, sino tomar consciencia clara del soñador que lo está soñando... ahí todos somos uno y cualquier afrenta personal queda perdonada de manera natural. Y el final de semejante pesadilla y delirio, ahora, aquí y siempre, se consuma como antes del principio de todos los perceptivos principios; todo 'durante' se disuelve en la nada que en verdad es... Cualquier sufrimiento, recelo o aflicción es destruido por la Realización Plena de la Consciencia Una. Siendo esta Realización Plena la consumación de la vida humana, tras la que sólo queda Paz, Dicha, Bendición y Amor eternos.

KHAAM-EL



Que tu labor sea del corazón...
Hagas lo que hagas, hazlo con Amor;
jamás con miedo o personal deseo, 
y despertarás del sueño del ego
al realizar la plenitud de la Vida.




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