LA ATENCIÓN CONSCIENTE LIBERA

   Queda en silencio y mira tu pensar sin pensar. La atención ha de estar puesta en lo sustancial y eterno si se quiere ser libre en la paz de espíritu de las egoicas ataduras del deseo y el miedo. Fijarse únicamente en lo superficial conduce a resultados dolorosos de imprevisibles consecuencias, porque las afrentas también se esconden tras las buenas maneras cuando, éstas, se usan con segundas y veladas intenciones. Mantente atento a la fuente de tus pensamientos y no te dejes llevar por la inercia. Querer una cosa, negarlo a la vez -por cálculo interesado-, pero mantener el empuje hacia el logro de lo deseado, es fuente de sufrimiento y conflicto. La contradicción genera más confusión, al igual que la claridad disipa toda incertidumbre y pesar. Ve al meollo del asunto y no te distraigas con ensueños personales que separan de lo universal. Ahonda. Medita. Ora, De nada sirve el disimulo, lo oculto siempre sale a la luz. Ocultarse tras justificaciones no ayuda jamás; antes bien, empeora la situaciones al enredarlas todavía más. Es por ésto que la rectitud de la mente es básica para el despertar de la consciencia. Se ha de admitir, lo antes posible, con rotundidad, que todo lo en la vida acaecido es responsabilidad de uno y no de los demás.

   Asumir que si se mantiene una incongruencia de pensamiento, pensando una cosa, diciendo otra y actuando de manera distinta a las anteriores por estrategia personal, los resultados serán desastrosos, sin duda alguna, es un paso gigantesco en el camino del conocimiento; porque los actos tienen siempre consecuencias y, éstas, derivan, sin contemplaciones, de la actitud íntima de quien los ejecuta. Por eso, la acción útil es aquella que es desinteresada en favor del bien mayor de la totalidad. Profundizar en el reconocimiento de que uno estaba equivocado como veedor, como oidor, como olfateador, como tocador, como saboreador y como fantasioso intuitivo del mundo circundante al ser uno mismo quien lo fabricaba con el sistema de pensamiento egoico, gracias a la atención consciente, librera por la honda comprensión que evidencia como el mundo no es obra de un dios separado o de un azar caprichoso, sino resultado de una manera de pensar limitadora y particularista. Así que abre la mente a lo infinito y reConócete en lo eterno aquí y ahora, indiviso del corazón del Amor infinito de la Divina Unicidad que te restaura a la vivencia de la perfecta pureza del ser intemporal que, en esencia, somos en/por/con Ella.

KHAAM-EL 

Mantente atento y centrado en lo esencial. 

Abandona la contradicción de lo personal 
siendo consciente de ser Consciencia.

Paz... Alegría... Amor... Ser... Plenitud...

Divina Unicidad.