sábado, 12 de octubre de 2019

PARA DESHACER EL EGO HAY QUE DESENMASCARARLO

   Se tiene miedo a la vida, un profundo e irracional miedo a vivir, cuando se considera que no se es capaz de ser feliz a consecuencia de las circunstancias o por la actitud de los demás. Mira ahora, aquí, sin tapujos ni excusas, a ese pensamiento distorsionado y distorsionador en tu propia mente que te tienta a proyectar la responsabilidad fuera de ti. Contémplalo con ecuanimidad, sin expectativas. Observa ese yo (ego) que fabrica temor, angustia, vértigo, depresión, pensamientos negativos e ilusiones, soñando con seguridades a su medida; y como alterna esa supuesta incapacidad con otros momentos en los que piensa que podrá con todo, fabricando euforia, subidón, pensamientos positivos, ilusiones, como contrapeso a la angustia vital que experimenta. Es agotador, irritante e insatisfactorio. Si tu vida es un carrusel de vaivenes emocionales, sal de semejante paradoja existencial dándote cuenta de que esos arreones, esos empujones que parecían iban a ser los mejores momentos de tu vida, eran justo los momentos más desesperados; momentos en los que te notabas tan insuficiente, con tanto miedo a la vida, que tenías que imaginarte poseedor de unos puntos fuertes a los que agarrarte con frenesí e ímpetu inusitado, intentando conseguir lo que anhela y exige un ciego corazón acongojado. Medita. Recapacita. No gires y gires hasta la nausea con presunciones que te desconciertan buscando concierto. Esos supuestos puntos fuertes (ciertamente los más débiles) que consideras tu tabla de salvación, con los que te defines y defiendes, y mediante los que te crees útil y valido, no son más que desasosegadas e imperiosas peticiones de amor que no reconocen la plenitud de Vida que nos bendice y sustenta.

   Confía en el Amor. No te protejas. Permite que tu corazón roto por los juicios del ego no se defienda más, o seguirás sufriendo incluso cuando imaginas que no deberías. Contempla la depresión, la cólera, la vergüenza o la euforia en tu mente, vislumbra cómo se alternan y entrelazan entre sí. Sé consciente de su simbiosis, de su inseparable vínculo relacional. Reconoce que el yo por ellas configurado es un títere a merced de la impermanencia de las cosas. Acepta ese miedo, esa incapacidad, ese ego inútil e idiota que piensa obtener lo mejor y sólo consigue sentirse peor. Dile: -Me siento tú, lo siento, lo siento en las entrañas. Y si lo siento es porque me pienso tú, ya que un sentimiento es un pensamiento en acción, luego si me siento herido, frágil e incapaz, como un/a niño/a herido/a es porque esos pensamientos me los he tomado en serio y busco sus contrarios (supuestos pensamientos positivos) para intentar compensarlo. Acepto, consecuentemente, este bucle de pensamiento, este insensato razonamiento egoico, como una elección equivocada en mi mente, porque por los frutos eres conocido. Y, aquí, ahora, libre y voluntariamente, declaro que estás en el error, y acepto que identificarme contigo (ego) es equivocarse, por lo que asumo que ese pensar de forma equivocada trae sentimientos equivocados (resentimientos) que realizan acciones que empeoran todavía más aun, si cabe, el error. Nadie es, por tanto, responsable de mis sufrimientos y errores. Únicamente son fruto de mi propia elección y. por eso, libero a la totalidad de mis relaciones de todos mis pensamientos personales, llenos de juicios injustos producto de la creencia en mi oculta incapacidad e invalidez. Te saco ahora, ego, a la luz, sin miedo, vergüenza o culpa, para que semejante manera errónea de pensar pueda ser desvanecida para siempre... deshecha por completo aquí y ahora.

   Regocíjate de nuevo, como antes de la identificación egoica, pues una vez desenmascarado y desactivado este juego tramposo y torticero del ego -de ese yo que duda de ser capaz pero que presume de poder llegar a serlo-, el camino interior que conduce al despertar de la consciencia se aclara y allana, volviéndose mucho más simple y sencillo, feliz y despreocupado. La honestidad del recto pensar obra milagros por la confianza plena en lo esencial, puro, santo y eterno... al depositar toda la consciencia de ser consciente en el espíritu y no en un intelecto asociado a un cuerpo que no es más que la mera prolongación de la creencia en lo incapaz e insuficiente. ¡Bendiciones! Desde la luz clara del espíritu presente y libre de las ataduras de lo personal, amarás y vivirás verdaderamente... ya no padecerás más ni te sentirás morir de puro miedo. Ya no dudas de la vida en el presente y sabes que Sólo Dios basta, pues en Él todo es Plenitud... Su perfecto Amor es 'no dos'. El ego no existe, el espíritu es Vida eterna y bienaventurada. Eso Es y punto.

KHAAM-EL



No creas a las agitaciones que el ego te propone has de resolver.
Desenmascara su falaz discurso 
quedando ahora confiado y sereno...
La paz mental es suficiente para calmar todo desasosiego.
Medita. Ahonda. Ora. Indaga. Confía.
Sumérgete en la luz interior que trae lo infinito...
dentro, muy dentro Es. 
Afuera carece de significado
en la Plenitud de Dios.




No hay comentarios:

Publicar un comentario