Junto a este escrito publico el vídeo de una charla en la que ahondo en cómo las más de las veces, distraído, el ser humano se obsesiona por asegurar su confort en lo temporario (ya sea corporal o de adquisición) y entonces enferma de sufrimiento; que es, en definitiva, la única enfermedad que realmente ha de sanarse, puesto que es intrínseca a uno en la raíz misma de la consciencia de sí. Por eso, la verdadera salud es del espíritu... siendo, consecuentemente, imperativo atestiguar que no somos aislados entes personales reducidos a lo que el cuerpo y sus tendencias exijan. Y al igual que uno no es la ropa que lleva, tampoco es los pensamientos variables que opinan y desopinan ni el ánimo cambiante de un yo aparente pero, en puridad, inexistente.
KHAAM-EL
Sanar el Alma es volver a la Plenitud de Dios
que aquí y ahora resplandece
como antes y después del ego y sus ilusiones.
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