1.
Para la plenitud inmutable de la Divina Unicidad todas y cualesquiera sean las diferencias perceptivas que se califiquen, por su frágil, arbitraria e impermanente manifestación, son esencialmente indiferentes.
2.
No hay sordera mayor que el deseo de no oír, ni hay ceguera más grande que el empecinamiento por ver lo que se desea o teme y no lo que está ahí.
3.
Cuando uno se adentra en lo espiritual, pretender ser don o doña perfectos es, justamente, el culmen de lo imperfecto; porque aparentar ser lo que no se es, es lo que más aleja de la pureza original, lo que más la oculta, lo que menos comparte y extiende lo esencial al estar obsesionado por defender y sostener una imagen especial, pretenciosa y, por tanto, ficticia de uno.
Para la plenitud inmutable de la Divina Unicidad todas y cualesquiera sean las diferencias perceptivas que se califiquen, por su frágil, arbitraria e impermanente manifestación, son esencialmente indiferentes.
2.
No hay sordera mayor que el deseo de no oír, ni hay ceguera más grande que el empecinamiento por ver lo que se desea o teme y no lo que está ahí.
3.
Cuando uno se adentra en lo espiritual, pretender ser don o doña perfectos es, justamente, el culmen de lo imperfecto; porque aparentar ser lo que no se es, es lo que más aleja de la pureza original, lo que más la oculta, lo que menos comparte y extiende lo esencial al estar obsesionado por defender y sostener una imagen especial, pretenciosa y, por tanto, ficticia de uno.
4.
Cualquier agresión al prójimo, ya sea física o a su dignidad humana, por mucho que proclame y justifique que se realiza para alcanzar un bien posterior, es un mal; y, por tanto, como extensión y expresión del mal, sólo acarreará más mal y ningún bien porque lleva agazapado en su núcleo el germen de lo divisor.
5.
No hay desaliento donde hay constancia, no hay resentimientos donde hay perdón, no hay conflicto donde hay paz, no hay límites donde hay Amor, no hay muerte cuando se conoce a Dios.
6.
La liberación es cortar todas las amarras que te sujetan al deseo o te apresan al temor, cada cosa que te ate, cada impedimento a tu felicidad por la felicidad misma, y todo ello sin necesidad de cambiar de lugar, sin necesidad de cambiar de relaciones. la liberación está en el corazón, está en la mente, están en lo más hondo de ti.
No apoyarse en ningún constructo mental,
no otorgar a la mente el poder primordial,
nos posibilita el auténtico y pleno poder:
la vivencia indestructible de permitirse Ser
dejando correr lo que no es...
Ahora hay paz, gozo, infinitud, amor, verdad;
siempre han estado ahí.
Sencillo, tan sólo dejar de ir tras lo ilusorio evidencia lo real.
5.
No hay desaliento donde hay constancia, no hay resentimientos donde hay perdón, no hay conflicto donde hay paz, no hay límites donde hay Amor, no hay muerte cuando se conoce a Dios.
6.
La liberación es cortar todas las amarras que te sujetan al deseo o te apresan al temor, cada cosa que te ate, cada impedimento a tu felicidad por la felicidad misma, y todo ello sin necesidad de cambiar de lugar, sin necesidad de cambiar de relaciones. la liberación está en el corazón, está en la mente, están en lo más hondo de ti.
KHAAM-EL
No apoyarse en ningún constructo mental,
no otorgar a la mente el poder primordial,
nos posibilita el auténtico y pleno poder:
la vivencia indestructible de permitirse Ser
dejando correr lo que no es...
Ahora hay paz, gozo, infinitud, amor, verdad;
siempre han estado ahí.
Sencillo, tan sólo dejar de ir tras lo ilusorio evidencia lo real.
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