"Jesús dijo: -Si un ciego guía a un ciego ambos caerán en un pozo."
"Jesús dijo: -Convertíos en transeúntes."
"Jesús dijo: -El que ha llegado a entender el mundo, ha encontrado sólo un cadáver, y todo el que ha encontrado un cadáver es superior al mundo."
Evangelio apócrifo de Tomás, 34, 42 y 56
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Se fabrica hora a hora, día a día, mes a mes, año a año, la losa del tiempo sobre el vehículo de expresión que el mundo llama mi cuerpo y que -en la hora señalada- bajo ella éste se deshaga, pero lo que en verdad vive y pervive en mí (y en todos) es la expresión misma de lo intemporal, de lo inmortal: el espíritu; el cuerpo es como una vestidura que (como dice el poeta) una vez ha cumplido su cometido, se quita y deja aparte. Mira, pues, allende la ciega mirada de unos ojos que no vieron y no verán, más allá de lo efímero, de lo limitado y limitador, o con lo que se pudre caerás y te corromperás. Camina por encima de las procelosas aguas de los deseos y los temores con las que el ego nos tienta a naufragar. No hay pesar en el pasar sino gozo de lo realizado con/por Amor, de lo hecho sin pretender nada en especial, de lo vivido en el confiado caminar por la orilla del camino, sin buscar los sitios principales ni pretender una estadía definitiva en lo que se aja y perece; andando, viajando, compartiendo con el prójimo como un peregrino, como un sencillo transeúnte y trotamundos que nada exige ni desprecia del mundo por el que trota... Tan sólo, ser -no más pero tampoco menos- una voz y una mirada que proclama y muestra la Alegría del Amor de Dios a todo aquel que quiera escuchar, a todo aquel que quiera ver, en la que todas las lágrimas derramadas por un sepultado cadáver se convierten en el feliz vuelo eterno de la vida plena del Espíritu; siendo una melodía de esperanza que por un tiempo en el tiempo suena como campanas y timbales de júbilo por el Reino que se avecina; una mirada de fuego que todo lo que no es de lo Sagrado prende, abura y consume para que sólo queden de lo vano y falso: cenizas y humo; un hacer para deshacer; un hondo palabrear deshacedor de palabras; un ir para regresar; un maldecir lo maldito, lo seco y estéril, lo malicioso, divisor y engañoso, del que renace esplendente la Bendición Universal; un atravesar el miedo con valor para que tras su rostro de feroz espejismo, la claridad de lo inefable y benigno brille como antes del ego y sus patrañas; un actuar desde el reposo y un reposar en la acción; un oído que ha escuchado lo inaudible y lo que ha escuchado en lo inaudible la boca lo expresa; una mirada que ha visto lo invisible y lo que ha visto en lo invisible la boca lo expresa; una boca, en definitiva, que no habla sólo de sí y para sí, sino de todos y para todos; Un danzar sin piernas; un regar lo sembrado para que la cosecha sea abundante: cuidando con esmero la raíz del pensamiento, para que ésta sea de buena semilla y así el fruto sea bueno; un vivir con el corazón sin protegerlo, decidido a darlo por milagrosa compasión, aunque el mundo lo parta en mil pedazos con su putrefacta ignorancia disfrazada de pomposo saber que nada a ciencia cierta conoce y que -en/por su falso conocer- todo enloda, confunde y agrede; un ser siendo presencia presente sin necesidad de valorarse por un breve tener en un futuro que sí o si se convertirá en pasado; un vivir siempre joven en el Alma, puesto que la carne ya nació vieja y moribunda; un resucitar a cada paso dado con humildad, con fraternidad, con liviandad... Un extender: ¡No temáis! la Luz del mundo brilla en el centro de nuestros corazones, en lo más hondo de nuestras mentes receptivas y calmas, en nuestro sagrado núcleo inmediato de Consciencia consciente. Eres (todos somos) superior al mundo, no te inferiorices agarrándote a sus normas, luchas y vanidades; suelta, camina, e incluso vuela, viviendo sin miedo... Hoy, siempre hoy, cumplimos un día más para compartir, bendecir, despertar a la Luz y el Amor, un día más para el bien de tod@s, que a nosotr@s mismos nos incluye en ese transitar hacia el Día sin días y noches, hacia la Vida sin nacimientos y muertes, hacia el Ser sin ego ni ilusiones que nunca pudimos dejar de Ser... Pura Realidad... Divina Unicidad.
KHAAM-EL
Camina, e incluso vuela, por la vida en paz,
confiado, feliz, esperanzado...
Todo acaba bien
cuando se abandona la pesadilla del ego
que pretendió que fueras lo que no eres.
¡Despierta!
Eres eterno, no del tiempo;
de la Alegría y del Amor, no del pesar o el miedo;
eres de la Vida, no de la muerte;
eres de la Plenitud, no de lo escindido.
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