EL SILENCIO DEL EGO TRAE EL CONOCIMIENTO SUPREMO

   La palabrería y cuantificación egoica acerca de lo percibido sólo ofrece saberes aparentes de cambiante resultado, porque olvida lo indiviso en conjeturas separativas acerca de, viviendo de mera especulación estadística nada más, razonando irrazonablemente al quedar todo reducido a cálculo sin corazón ni compasión, siendo fachada de hermandad escondiendo interés y avidez personal. Y eso es ignorancia disfrazada de sabiduría; o, lo que es lo mismo, la mayor y más dañina de las ignorancias, esa que cree que sabe cuando en verdad nada sabe a ciencia cierta. Es por lo recién expuesto que tan sólo el silencio de las cantidades y el silencio de los conceptos revela y desvela la Voz del Alma, el auténtico Saber... esa Voz sin voz, de inmediata y directa comunión viviente, que a cualquier estructura o especial serie de numérica comparación reduce a cero y a toda conceptual creencia de calificativa escisión reconoce como nada.

   En el silencio de los anhelos, en la callada del ego, se expresa la todoabarcante Voz del Alma comunicando sin ambages cómo cualquier acto surgido de la sensoria percepción sucumbe a su propia contradicción y fragilidad. Sin duda, tan sólo la quietud de la mente, el no apego al pensamiento, el sí desprendido de todo aditamento, sin ningún quizás o acaso, con total consciencia, refleja el genuino Ser del Alma extendiendo la acción correcta rebosante de compartida plenitud. Sí, con seguridad, el Silencio de los silencios, ese que destruye todos los ruidos egoicos -que con distractivo estruendo intentaban acallar la Voz del Alma-, es la Luz del mundo... el Verbo Primigenio... la Divina Unicidad... el Presente Intemporal... la Infinitud del Ser... el Verdadero e Inacabable Amor... Puro Yoga... Suprema Comprensión. Permanece, pues, en el Silencio de los silencios y reConocerás la Luz que en el mundo trasciende el mundo... la Verdad y la Vida Eterna... el Conocimiento Supremo. Porque, únicamente, el Alma que se desprende de todos sus ropajes; que se deshace de todos los códigos, de todos los supuestos, y trasciende cualquier particular lenguaje; que destruye todos los muros defensivos que la encerraban olvidándose de lo que es clasificable y de lo que no lo es; que atiende a lo indiviso de corazón e indaga en lo que está más allá de todo lo aparentemente indagable es capaz de escuchar, intuir, atisbar, sentir el Conocimiento Supremo... de hacerse una con Él... Y, por la Gracia, de súbito, en el tiempo como antes del tiempo: Ser puro SER.

KHAAM-EL

   

Profundiza en lo esencial... 

Toma Consciencia... Medita... 
el Silencio de los silencios, 
ese que destruye todos los ruidos egoicos 
-que con distractivo estruendo intentaban acallar la Voz del Alma-, 
es la Luz del mundo... el Verbo Primigenio... la Divina Unicidad... 
el Presente Intemporal... la Infinitud del Ser... el Verdadero e Inacabable Amor... 
Puro Yoga... Suprema Comprensión.