miércoles, 29 de julio de 2020

NO EGO (el ego no es, no eres... Más, sin duda, en esencia, en Espíritu, sí Eres)


Vislumbra lo valioso
tras la mugre de lo ostentoso
y ve hacia ello desechando la superflua escoria
que, envidiosa, quiere ocultar el diamante.
Sé valeroso 
y no te conformes con lo aparente.
Ve al núcleo de los núcleos...
Estalla en su plenitud
y brilla en comunión
extendiendo feliz la ilimitada unicidad del Ser,
porque querer brillar en especial es inconsciencia
que nos ausenta -tristemente- de sentir la Luz.

No te agusanes culebreando en la dirección equivocada
devorando la vida como un necrófago desesperado
intentando no sucumbir a su insatisfecha voracidad.
Arrastrarse por el fango
en pos de las escasas migajas del tiempo,
que sin remisión se pudren a cada latido del corrosivo deseo, 
apesadumbra al alma apegada y ávida
atrapándola tras inseguras seguridades
de desconfiada hechura y oscura lamentación
que dividen y subdividen todo a su alrededor
hasta toparse con su propia descomposición y muerte.

Templa y domina sin personal objetivo
cualquier egoico impulso que quiera tentarte
a querer sacar especial ventaja
con el poderoso fulgor inmaterial de la Verdad y el Amor
que alienta al Alma por el Alma Misma.

Recuerda... recuerda...
Traspasa todo pensamiento... trasciende todo sentimiento.
Asciende en lo abismal y ahonda en lo elevado.
Permítete la vivencia pura del presente... libre... en paz.
Aquí... anchuroso e indefenso... feliz y agradecido.
Sonríe. Nada te ata... todo te bendice si sabes aceptar
que lo pasable pase...
que lo esencial sea.

Sí, lo esencial Es,
lo accidental o secundario parece y perece, 
y, en consecuencia no es.
El Espíritu es vida,
la carne un ensueño de éste
que se siente morir.

Despierta... despierta...
Ninguna ilusión puede atraparte.
Ninguna definición puede abarcarte.
El mundo gira y gira... muta... varía...
surge, crece, declina y colapsa,
para reiniciar, de nuevo, sus ciclos cíclicamente.
Cesa de llorar tras las irreflexivas risas que degustan lo caduco.
El cuerpo es impermanente, mas el espíritu permanece.
Nuestro verdadero Hogar es el Cielo, no el mundo.

No te adhieras a lo aparente, perecedero y sinsentido...
sé... sencillamente, sé.
Vive sin significar los deseos personales 
y despierta de la muerte
significando lo de cierto significable: la Vida.

Bendito por siempre eres en el Espíritu.
Nada substancial te sobra ni falta.
El Amor infinito es en ti... 
Dios y Su Hijo, inseparables... 
Creación plena y santa.
Recuerda... recuerda...
Espíritu, no carne...
el ego es nada, nadie, nulidad,
un absurdo arquetipo de separación
soñando inverosímiles coherencias
pretendiendo ser lo que no son...
Más, en esencia, toma consciencia
y despierta, sin duda, sí Eres.

KHAAM-EL



Sé en la magnificencia Divina y no en la vanidad mundana.
El poder no se encuentra jamás en el poderío
sino en la humildad de reconocer que todo poder
se manifiesta en la Comunión Infinita;
lo que no se eso, no no es poder sino arrogancia.
¡Despierta!
Tienes el poder de transformarte a lo real 
en un presente Santo,
en un instante de Luz,
aquí, ahora... en Paz,
 si no te apegas a lo ilusorio y temporario,
si renuncias a identificarte con el ilusorio ego,
para así reNacer al Espíritu.




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