lunes, 27 de febrero de 2023
APRENDER LO ESENCIAL NOS DESCARGA Y LIBERA DEL ENGAÑOSO EGO
domingo, 26 de febrero de 2023
AQUÍ Y AHORA, ETERNA PLENITUD DEL ESPÍRITU
viernes, 24 de febrero de 2023
ORACIÓN DEL CORAZÓN, SEGURA SENDA AL CIELO
jueves, 23 de febrero de 2023
TESTIFICAR AL QUE TESTIFICA, REVELA LA PLENITUD DEL SER - AUDIO
miércoles, 22 de febrero de 2023
LA CLAVE DE SER SE HALLA MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS
martes, 21 de febrero de 2023
CAÍDA, DESPERTAR Y ELEVACIÓN
domingo, 19 de febrero de 2023
¡VERDADERA VIDA!
jueves, 16 de febrero de 2023
LA LUZ DE LA VERDAD: ETERNA PLENITUD
Al igual que un foco luminoso elimina la oscuridad, la luz de la Verdad desvanece la tiniebla de lo erróneo, banal y mentiroso. Una apariencia es un ensueño, no una realidad; una figuración, nunca una evidencia; un suponer, jamás un saber. Es por esto, que la vida en sí, la vida plena de la Consciencia Pura (esa vida que es auténtica vida y no parodia de ésta), no sabe de deterioros o términos porque las formas no son el ser, ni lo circunstancial lo constitutivo. La vida -por ser vida- abarca y abraza lo emanado y lo yerto, el pasado y el futuro, lo cercano y lo alejado, porque la vida no está contenida, perfilada ni constreñida por un cuerpo separado de otros, sino que es la mismísima Transparencia Infinita que, inmanente a toda forma, trasciende destellos y negruras en una Plenitud vacía de porciones. Luz sin sombras... Unicidad Divina no sujeta a nacimientos y muertes... Llámalo Ser, Dios, Nirvana, Tao, Brahman, Absoluto, o como gustes; pero, como he insistido tantas y tantas veces, y nunca se dirá lo suficiente en tiempo/forma, ten siempre presente que sólo es un nombre apuntando a lo sin nombre, ya que nombrar a lo Innombrable, Intemporal e Inabarcable desde lo formal/temporal, es como la señal de un camino que facilita llegar a destino, pero nunca es en sí el destino. Saberse un mapa de carreteras de un país al dedillo, por muy útil que sea para desplazarse por él, no muestra la realidad del país representado. Un nombre o imagen, por sublimes e inefables que sean, siempre restringen lo por ellos sugerido.