jueves, 16 de febrero de 2023

LA LUZ DE LA VERDAD: ETERNA PLENITUD

    Al igual que un foco luminoso elimina la oscuridad, la luz de la Verdad desvanece la tiniebla de lo erróneo, banal y mentiroso. Una apariencia es un ensueño, no una realidad; una figuración, nunca una evidencia; un suponer, jamás un saber. Es por esto, que la vida en sí, la vida plena de la Consciencia Pura (esa vida que es auténtica vida y no parodia de ésta), no sabe de deterioros o términos porque las formas no son el ser, ni lo circunstancial lo constitutivo. La vida -por ser vida- abarca y abraza lo emanado y lo yerto, el pasado y el futuro, lo cercano y lo alejado, porque la vida no está contenida, perfilada ni constreñida por un cuerpo separado de otros, sino que es la mismísima Transparencia Infinita que, inmanente a toda forma, trasciende destellos y negruras en una Plenitud vacía de porciones. Luz sin sombras... Unicidad Divina no sujeta a nacimientos y muertes... Llámalo Ser, Dios, Nirvana, Tao, Brahman, Absoluto, o como gustes; pero, como he insistido tantas y tantas veces, y nunca se dirá lo suficiente en tiempo/forma, ten siempre presente que sólo es un nombre apuntando a lo sin nombre, ya que nombrar a lo Innombrable, Intemporal e Inabarcable desde lo formal/temporal, es como la señal de un camino que facilita llegar a destino, pero nunca es en sí el destino. Saberse un mapa de carreteras de un país al dedillo, por muy útil que sea para desplazarse por él, no muestra la realidad del país representado. Un nombre o imagen, por sublimes e inefables que sean, siempre restringen lo por ellos sugerido.

   Vayamos, pues, más allá de nuestros propios juicios, que no son más que vanos prejuicios, desapropiándonos de la fatal apropiación egoica... La Verdad es sólo todo luz, libertad completa del apresamiento relativista del posicionamiento temporal/corporal, que todo lo enmaraña, retuerce y tergiversa con supuestas 'verdades' que entrechocan entre sí, y que no pueden ser otra cosa que falacias, yerros, justificaciones e interpretaciones interesadas que desunen, enfrentan y desasosiegan el alma, oscureciendo, enemistando y pervirtiéndolo todo en nombre de lo claro, fraterno e incluso santo. La llama de una vela no proyecta sombra; la vela, sí... La luz no separa; los objetos de percepción, sí... La consciencia no segmenta; el ego, sí... La Luz de la Verdad, alumbrando nuestra senda en este mundo mentiroso, nos lleva a vivenciar que no hay ningún 'yo exclusivo' que haya de iluminarse... nada ni mucho que lograr u obtener... únicamente Consciencia Una... Comunión de Espíritu, donde pensamiento y sentimiento no son uno aparte del otro, ya que un sentimiento es la manifestación de un pensamiento; mas la consciencia en la que surgen, no es ni uno ni otro. El cuerpo/mente no es SER... Dentro y fuera de lo personal, palpita lo Universal religándolos en Espíritu y Verdad; ergo, lo personal es ilusorio y lo universal verdadero. Aquí y ahora, rebosando cada partícula en una onda inacabable de Amor, Claridad, Paz, Bienaventuranza, Infinitud, Ser.

    En consecuencia, recordemos que las palabras veraces, por hermosas y divinas que suenen, son sólo señales indicándonos una dirección de consciencia presente, que nos posibilita el encuentro interior con la Infinitud del SER, con la gloria de DIOS VIVO, con la Inefabilidad Suprema que no puede ser nombrada, mensurada ni humanamente entendible, pero sí vivida. Ahondemos, oremos y meditemos de corazón... En lo hondo del corazón, lo infinito... En lo infinito, lo amoroso... En lo amoroso, lo indiviso... En lo indiviso, comunión... En la comunión, intimidad con DIOS VIVO... En la intimidad con DIOS VIVO, la Luz de la Verdad... Y en la Luz de la Verdad, la Eterna Plenitud.

KHAAM-EL


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