Adjunto a este escrito publico el audio de una charla en la que resalto como la memoria humana, sobre la que descansa toda la interpretación de nosotros mismos, de los demás y del mundo que nos circunda, es sumamente frágil e incierta, como consecuencia de sus interpretaciones parciales e interesadas acerca de lo que que cree recordar de lo vivido. Convirtiendo, con frecuencia, en rígidos asertos una nebulosa de recuerdos de volátil consistencia.
El sistema de pensamiento del ego es de una obcecación palmaria que se basa en su desmemoria selectiva, dejando mutilados los recuerdos a su antojo, ocultando aquello que no le interesa y resaltando eso otro juzgado, a su peculiar manera, como relevante: un conglomerado de suposiciones que únicamente imaginan a ciegas lo que dicen cierto y visto. Por lo que la percepción derivada de esa desmemoria selectiva no garantiza la verdad, sino que antes bien es un impedimento a su manifestación.
Entonces ¿Qué es realidad y qué es imaginación? ¿Qué es real y qué ficción? Medita. Ahonda. No te creas a bote pronto los pensamientos que a tu mente llegan. Encamina tu atención consciente en la inquebrantable disposición del honesto y recto pensar, hacia la vivencia no conceptual de ti y de todo. Reflexiona. Contempla. Abandona la terquedad y la obcecación de los planes selectivos con objetivos personales y penetra en las aguas vivas de lo esencial, de lo no local, de lo sustancial e inefable... Agradece. Bendice. Ama. Y el desierto del sufrimiento reverdecerá en dicha en el fondo de todas las memorias, lo aparentemente olvidado: la plenitud espiritual... El vergel de lo eterno fructificará desde lo más íntimo de tu alma, para que la sequedad del egoico y carnal elucubrar mundano desaparezca para siempre en la bienaventuranza de lo santo, amoroso y lleno de paz en Divina Unicidad.
KHAAM-EL
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