miércoles, 14 de agosto de 2024

EN EL SILENCIO DE LA MENTE, EL DESPERTAR ESPIRITUAL


Escuchemos el silencio de la mente...
Los conceptos determinan
y giran en ciclos de conflictiva necesidad.
Pues una respuesta que no sea total, no es realmente una respuesta...

… Danza, giro y peonza…
Semillas que se esparcen fecundando carnales ámbitos.
Aguas que discurren hacia océanos ignotos
exhalando vapores que anublan el cielo.
Corrientes que se surcan,
remansos diáfanos y sendas vírgenes.
Lumbre invernal, perfumadas flores, trinar de estío y ocre caída.
Palabras que se expresan entre dispares, martilleando
tiernos tímpanos anhelantes.
Labios que se funden o discrepan...

No dividamos lo indivisible... Abracemos el instante... 
Incluyamos lo infinito... Integremos lo inefable... 
Aceptemos la derrota del querer salir especialmente victoriosos.
Despertemos, y no durmamos más muertes.
Seamos totales, o no veremos lo destapado por imaginarlo oculto...

Baile, vuelta y guazapa…
Anciano púber que se esconde en el útero de su recuerdo.
Escaso tiempo en angosta senda.
Deseo, ímpetu, logro y disipación.
Afán. Poema. Retrato. Risa. Llanto… Panorama intuido
mostrando arquetípicos signos fugaces.
Rostros que se observan junto al Espíritu que pleno permanece.
Saludo, encuentro y despedida.
Guadaña preñada de nostalgia.
Paradójica e inconclusa respuesta, si sólo se ve la forma...

Sin pretender descifrar nada en especial todo es, de súbito, descifrado.
Cerrar ciclos es trascenderlos,
elevándonos libres, felices y en paz.
La plenitud no puede dividirse a sí misma, salvo en sueños.

KHAAM-EL


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