viernes, 9 de agosto de 2024

NUESTRO SER ES EN ETERNA COMUNIÓN, NO UN 'YO' EN UN CUERPO

    Si uno se empecina en ver al prójimo como 'su' cuerpo mortal y no como la Eterna Vida Una de la que brotan todas las vidas aparentemente separadas, es porque antes se ha empecinado en verse a sí mismo como no es en realidad, sino como se piensa en tiempo/forma, como se imagina ser aparte de la Eterna Vida Una (DIOS VIVO), como un cuerpo/mente especial. De ahí se derivan todos los sufrimientos, reproches, odios y malquerencias que el afán egoísta de obtener, sobre todo para sí (incluso la 'propia' iluminación), origina.
    Mas, acallando el parloteo interior del enjuiciador 'yo' separativo, en el silencio íntimo de todo lo egoico, se detiene el flujo que anegaba e inficionaba el ser con sufrimiento, miedo, culpa y separatividad, arrancándose definitivamente la raíz de la consciencia falsa, ignorante de la Suma Conciencia Universal, no conceptual, indivisa y eternamente bienaventurada en la gloria del Amor Divino. Entonces, como señala 'Un Curso de Milagros' T.19. IV. A. 17:10: "puedes vivir para mostrar que la muerte no es real. El cuerpo ciertamente parecerá ser el símbolo del pecado mientras creas que puede proporcionarte lo que deseas. Y mientras creas que puede darte placer, creerás también que puede causarte dolor. (...) La comunión es otra forma de compleción, que se extiende más allá de la culpabilidad porque se extiende más allá del cuerpo."

KHAAM-EL


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