1.
Apegarse a lo caduco inevitablemente conlleva la sensación de caducar con ello.
2.
La normal y feliz comunión de Espíritu troca en un imposible en cuanto se escoge el doloroso pero fascinante y altanero espejismo de ser ante todo un cuerpo aparte de otros cuerpos.
3.
De las fases de la luna, si sabemos mirar, la luna llena nos enseña humildad: todo lo que alcanza su culmen declina para, en un nuevo ciclo, volver a principiar.
4.
En su perenne inmutabilidad, el espacio infinito, en el que suceden todos los ciclos y fenómenos finitos, jamás es afectado por el devenir de los mismos; de igual manera, la Esencia Vital que en el tiempo aparenta desarrollarse, declinar y perecer, no está condicionada ni subordinada al nacimiento, padecimiento y muerte de los cuerpos en los que se expresa.
5.
Por el no apego de los intereses especiales de 'yo cuerpo' sobre los de 'otro cuerpo', sacudida y apartada de tal inercia perceptiva, despertándola del sueño de separación y muerte, libre del tiempo, libre de la carne y de la mente a ella adherida, libre de los espejismos de los sentidos y de los erróneos juicios de ellos derivados, ahora, felizmente desengañada de los ardides del ego, se vivencia de nuevo, en inefable y eterna comunión: la Conciencia Pura, el Espíritu.
6.
La Luz del Ser, la Gloria de DIOS VIVO (que es la Esencia Vital, la Conciencia Pura que nos sustancia y consolida) en espiritual unicidad desde el hondón del alma, y por la gracia, impele allende el mundo a toda conciencia humilde, fraterna y receptiva, mediante una efusión de bendiciones que destruye para siempre cualquier temor, al arrancar la raíz del sufrimiento según disipa por completo toda angustia o pesar.
KHAAM-EL
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