sábado, 13 de septiembre de 2025

LA LUZ ES PARA EXTENDERLA Y CONVIVIRLA CON TODOS


    Para ver bien, al igual de un sano mirar, es necesaria la luz; y para relacionarse sanamente, al igual de un corazón bondadoso, se precisa una claridad y honestidad sinceras.
    Retraerse acoquinado frente al empuje de lo desaprensivo, fingido e inmoral, y esquivar la responsabilidad de alumbrar en la oscuridad teniendo luz, escondiéndose y aislándose tras confortables estancias de particular y selectivo amparo, olvidando al menesteroso -tanto de lo material como de lo espiritual- mientras la adversidad y la mentira campan por el mundo, anublándolo, confundiéndolo, extenuándolo y enfrentándolo, es una terrible dejación de fatales consecuencias para quienes, con la miope visión del cortoplacista, cobarde e indolente entendimiento egoico siguen las oportunistas, mendaces y divisoras consejas de codiciosos, astutos y lobunos líderes desaprensivos disfrazados de ovejas, escogiendo lo terreno sobre lo espiritual, lo egoísta por encima de lo fraterno, y a la vanidad y el acomodaticio e irresoluto confort personal antes que la generosa valentía del Amor verdadero (el que va más allá de la sangre y los intereses particulares); inesperada e inexorablemente todos esos temporarios tesoros tan torpemente apreciados pero tan poco valiosos en esencia, se le escaparán de entre sus calculados esfuerzos y planes para disfrutarlos, perdiéndolos por completo.
    Porque El Inefable, DIOS VIVO, ve en los corazones humanos, y nadie lo engaña. No apaguemos la vera luz con imaginarios luceros que no son más que chispas efímeras bajo el techo del miedo, y que sólo pululan en 'petit comité' sin exponerseMas, bendiciones, hermano/a en la Luz, todos estamos a tiempo en el tiempo de escoger lo intemporal, lo sagrado, verdadero y abundante de Amor, que palpita e irradia impetuoso sobre muros, resquebrando cerrojos y pronunciando palabras que mueven montañas e inflaman corazones a extender el bienaventurado Reino de los Cielos a los cuatro puntos cardinales del malhadado imperio del ego, y la plenitud del corazón acrecerá, la certeza de la gloria de lo Sagrado y Eterno se vivenciará más y más, hasta que poco, bastante o mucho sean desbordados por la Divina Ilimitud de Ser con/en/para y por DIOS VIVO.

KHAAM-EL


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