La mies alimenta, la cizaña nada nutritivo aporta
y la ponzoña envenena y mata...
Obrar de veras trasciende formas y traspasa tiempos,
comprendiendo la vanidad de estos
por la nuclear fragilidad de aquéllas.
Ora.
El ígneo brillo de la luz interior en la mirada
impulsa a trabajar por el bien de todos...
Lo meramente carnal terribles engaños teje,
entorpeciendo la natural emanación del Espíritu
con ociosas falsías fingidoras de veracidad.
Labora.
No hay feliz siega sin trabajada cosecha,
ni ambas ocurren sin la adecuada conexión...
Pues la obra de los siglos, aun ardua, es minúscula
ante los ojos de DIOS VIVO
por Su mayúscula inspiración de dadora plenitud.
"Ora et labora".
KHAAM-EL
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