miércoles, 5 de febrero de 2020

CAMINANDO LA VIDA EN PLENITUD

   La alegría de corazón y la paz de espíritu acompañan a quien va por la orilla del camino ayudando a quien lo necesite, alentando, orientando y sanando a quien desfallezca en el arcén, se encuentre desorientado o esté herido por un encontronazo con el egoísmo mundano. Vivimos como se debe vivir caminando presentes, con la mirada serena y la alegría brillando en los labios, viajando ligeros de equipaje, sin buscar protagonismos ni pretender espacios de privilegio, sin suntuosos carruajes con los que viajar lujosamente o acumuladas riquezas escondidas en acorazados furgones mientras otros quedan rezagados, extraviados, empobrecidos u olvidados. Sin duda, lo importante en la vida humana es transitarla con Amor, con humildad y gratitud; nunca establecerse en ella con arrogante desdén hacia el prójimo que no es como nosotros, recordando que estamos de paso, que nada aquí en el mundo es para siempre, y que por tanto lo esencial es del espíritu y de la eternidad, no de la carne y el tiempo... es del pensamiento y no de la forma.

   Por lo antedicho, recordar estas estrofas del poema del poeta del siglo XVI Edward Dyer "Mi mente un reino es para mí", en las que nos muestra la genuina manera de caminar por esta vida felices y en paz:
"Mi pensamiento un reino es para mí,
tales gozos presentes en él encuentro
que superan a toda otra dicha
que la Tierra proporcione o produzca;
aunque mucho disfruto de lo que desea el otro,
al ansia se niega mi pensamiento.

Ni a la pompa principesca, ni a la despensa repleta,
ni a la fuerza con la que conseguir la victoria,
ni al ingenio artero que cura todo mal,
ni a la forma que alimenta el ojo sensual,
a ninguno de ellos rindo pleitesía:
¿Para qué, si mi pensamiento vale por todos?

Veo a menudo a la abundancia hartar
y a los apresurados escaladores prestos caer,
veo cómo a aquellos que están en lo alto
amenaza más que a nadie el infortunio.
Obtienen con esfuerzo, guardan con temor.
Tales cuitas jamás mi pensamiento soportaría.

Contento de vivir, con esto me conformo;
no busco más que lo que pueda bastarme
ni me placen cargos de alteza;
ved, mi pensamiento llega allí donde no llego yo
y heos aquí que así triunfo como un rey.
Contento con lo que me depara mi pensamiento.

Los hay que, teniendo mucho, ansían más;
yo tengo poco y más no busco.
Pobres tan sólo son, aunque tengan mucho,
y yo soy rico con poca hacienda;
ellos pobres y yo rico; ellos pidiendo y yo dando;
ellos faltos y yo sobrado; ellos penando y yo viviendo."

   Senciilo, si avanzamos llenos de fe y bondad en la dirección que señala nuestra alma, ese pensamiento esencial en el poema anterior referido (el Camino de Plenitud y Vida), y desdeñamos la que nos exige el desconfiado y malicioso deseo egoico (un viaje ciego de avidez hacia ninguna parte), consagrándonos a vivir la vida que la Divina Unicidad desde lo más hondo nos susurra con pensamientos de Amor y sencillo contento, encontraremos por la gracia (aunque nos encontremos ahogados y presionados por emociones o situaciones que nos desbordan y angustian) inesperados milagros que salvaguardan e iluminan cualquier aciago tramo o momento del camino en el que requiramos ayuda y consejo para el bien de todos, para la bendición universal de lo viviente, para el despertar de la humanidad toda, para la libertad de ser, para la plenitud y la bienaventuranza común.

KHAAM-EL



Transita el camino de la vida
con humildad y gratitud,
en paz, feliz y hermanado;
y el Amor  compartido
te traerá inesperados milagros 
que te bendecirán mientras bendices,
que te plenificarán según reconoces en tu prójimo 
su plenitud esencial.




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