No confundamos la suavidad de lo esencial con la tibieza de lo personal, ni la rotundidad de lo pleno con el estruendo exacerbado de lo conflictivo. Lo suave no está reñido con lo rotundo, tal como la suave brisa marina del verano calma rotundamente el agobio del bochorno anticiclónico, o el dulce canto de los pájaros nos despierta del estado de sueño con rotundidad, haciéndolo desaparecer por completo con su bello canto. Y viceversa, el destello del relámpago junto al estampido del trueno puede evidenciarnos en un instante de suave apertura la calma interna que la tempestad no puede siquiera rozar. Por eso, los milagros ocurren en cualquier circunstancia, son naturales y nos acompañan -si sabemos mirar- para ir más allá de lo ilusorio y despertar a lo real, para salir del miedo y retornar al Amor, para abandonar el ego y comulgar con el prójimo en el corazón de Dios...
No hay opuestos que no se complementen en la Consciencia clara, ni juicio perceptivo que Su rotunda suavidad aguante. Ahonda en la Felicidad que no tiene motivo y la infelicidad será de nuevo imposible. Sí y no son contrarios sólo en apariencia; pueden decir lo mismo e indicar una dirección idéntica. Por ejemplo: el Amor trae dicha y el miedo desdicha; por tanto, decir sí al Amor es felicidad, de igual manera que decirle no al miedo también es felicidad. ¡Despierta! No te pelees con conceptos, símbolos e interpretaciones y encuentra la suave rotundidad de lo evidente, de lo directo e inmediato, de lo pleno, puro e indivisible: la Divina Unicidad que aquí y ahora nos hermana y eterniza allende cualquier separativa apariencia... ahonda... medita... reConoce... el Amor es Vida y la Vida no conoce fin en el intemporal Espíritu de Dios... en el Absoluto que engulle supuestos contrarios... en el Tao que desnombra todos los nombres sin interferir con ellos, sencillamente fluyendo sin principio ni fin... Presencia ausente de inútiles comparaciones... Nirvana que disuelve de súbito el ilusorio giro samsárico... Religión sin religiones... Sabiduría que no precisa de un sabedor... en lo esencial, en lo real, en lo incombustible, los opuestos danzan milagrosamente en unicidad... Ahora; sí, aquí... Gloria y Bendición.
KHAAM-EL
Todo está en todo
y nada es separado de todo.
La consciencia no es los objetos percibidos
ni los objetos percibidos son sin ser concienciados.
¡Despierta!
El vacío se llena de sí,
y lo que se llena de sí
está vacío de lo separado...
Ser ES
y lo que ES
no aparece para desaparecer.
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