jueves, 19 de marzo de 2020

ABBA (Reedición revisada y ampliada) . .

   Recordar que Dios es como un padre amoroso que nos ayuda en todo momento y circunstancia aunque muchas veces nos comportemos ciega, egoísta e imprudentemente, por la ignorancia de lo verdaderamente importante, al suspirar por caprichos de doloroso resultado, nunca está de más; por eso, a continuación de este párrafo introductorio vuelvo a insertar el escrito que publiqué hace un año en este mismo blog, puesto que considero que es muy adecuado para ser compartido de nuevo en el día de hoy, en el que se celebra en muchísimos lugares del mundo el día del padre. Y todos, en esencia y en verdad, somos hijos de un único Dios, tenemos un mismo Padre Universal; siendo así hermanos en Dios. Unámonos, pues, en lo sustancial y no nos distanciemos por naderías, egoísmos o arrogantes creencias separadoras.

   Dejemos de acumular resentimientos y perdonemos hasta setenta veces siete las aparentes ofensas de nuestro prójimo para con nosotros. Dios nos Ama a todos como un padre verdadero y solícito ama a sus hijos. Lo da todo para nuestro bien más grande y excelso, bendito y eterno... por eso, en este mundo de separación y sufrimiento que nos hemos fabricado en sueños de pequeñez y muerte, Él nos envía a Su Santo Espíritu para que escuchemos Su Voz guiándonos de vuelta a nuestro auténtico Hogar con Él en Lo Inefable, a nuestra Casa celestial. Toda metáfora o parábola amorosa se queda en este mundo corta para expresar el incondicional y perfecto Amor que Dios, nuestro Padre, tiene por todos nosotros desde la noche de los tiempos y hasta el fin de los mismos. Todo acabó perdonado y volvió a ser como antes de todo limitado principio que imagina finales: Eterna-Consciencia-Bienaventurada. Así que, no nos alejemos de lo más cercano y querido, recordemos cómo Jesús de Nazaret llama a Dios, con sencillez y devoción, Abba (Papá) y nos invita a confiar por completo en Él, y lo tratemos con jovial cariño y fiel respeto; surgidos, cual uno solo, de la honda gratitud que experimenta aquel que se sabe auténticamente amado... Es por esto, nos dio el Padrenuestro como rezo de amor, entrega y fe. ¿Recuerdas orarlo con devoción y constancia? ¿Agradeces y bendices? ¿luchas o perdonas? ¿Vives feliz y confiado? ¿confías o desconfías? ¿Amas? No temas. Si vives teniendo presente Su fortaleza, le entregarás gustoso tu debilidad; para que, en Su Poder y Misericordia, tú halles que no estás separado de Él ni tu prójimo tampoco. ¡Aleluya! El tiempo, las circunstancias, la carne y las cosas del mundo, son impotentes ante Su plenitud compartida con todas las criaturas por Él creadas. No intentes caminar sin Abba, o te sentirás perdido; no intentes vivir sin Él, o en tu debilidad penarás. Comprende que Su Reino (tu Hogar) no es de este mundo y sustanciarás en tu corazón a Él confiado que la vida es en el Espíritu y no en la identidad transitorio-corporal que imaginabas te conformaba.

   La Luz de la Verdad brilla en el Alma toda cuando recordamos ser Hijos de Dios y, cómo Hijos de lo divino, vivenciamos plenamente eso que trasciende nuestra temporal humanidad en una intemporal comunión, hermanándonos, ahora sí de veras, en un único propósito de Amor allende nuestras diferencias y rencillas surgidas de simples interpretaciones personales. Niega la negación y afírmate en lo indivisible. Llévale a tu Hermano las buenas nuevas del fin de las lágrimas y el perdón de todas las culpas. Confía en tus semejantes confiando sin límite en Abba, y disfruta de la alegría de ser amados por igual. El perfecto Amor no se fija en diferencias sino que se alegra en la Alegría y bendice en la Bendición. Hermano, no estás separado de tu prójimo... todos, en esencia, somos del Amor inmortal, de la plenitud divina, de la unicidad que abarca todas las religiones, estatus, sexo, capacidad intelectiva o cualquier otra nimiedad transitoria. Ora de corazón, con humildad, y fe, para no confundir lo banal como si fuese algo fundamental. Cualquier bando o facción, cualquier 'ismo' (fundamentalismo, capitalismo, comunismo, fanatismo, partidismo...) yerra. Más, ¡regocíjate! Papá Dios, es infalible y Su Reino no tiene término ni bando. Mantente, pues, en lo esencial sabiendo que Dios es Uno sin opuesto y que todos, sin excepción, tenemos cabida en Su Vida Plena. Sé caritativo de verdad y dales bendición, y también ayudas, a los que buscaban tu mal si, en su desesperación, a ti vienen buscando consuelo u orientación. Recuerda, perdona hasta setenta veces siete si es menester; no te tomes al yo (ego) en serio ni a la tremenda. Nadie es realmente un ego (luego nadie lo ha sido ni lo será), no hagas -por tanto- de tu vida algo personal y vivirás feliz, humilde, solícito y en paz. Y, no lo dudes nunca más, Dios, Abba, tú Papá eterno, confía en ti para que extiendas esa alegría genuina y esa paz infinita a todos tus hermanos, y juntos por la fe, que en lo más hondo del corazón palpita y que abundante mana como Fuente de Vida, retornemos a Casa. Así que celebra ser Hijo de Dios e invita a todos a la celebración... Sisters and Brothers, Be Happy Forever!!! Recibe y da los milagros que Abba te pide extender para mayor gloria Suya y plenitud de todos. La vida del Espíritu se vive en comunión; no conoce separaciones ni resentimientos, no sabe de cantidades ni carencias... lo comparte todo y lo mantiene en Dios por siempre para extender la Creación sin fin en pura e inefable Unicidad.

KHAAM-EL




Letra de la canción 'Oh, Daddy' de Fleetwood Mac:

¡Oh, Papi!
Tú sabes que me hacen llorar,
¿Cómo puedes amarme?
No entiendo por qué.

¡Oh, Papi!
Si puedo hacer lo que Tú ves
Si ha habido un loco alrededor,
Tengo que ser yo. 

¡Oh, Papi!
Tú me sosiegas con tu sonrisa,
Me estas permitiendo saber
Eres lo mejor en mi vida. 

¡!Oh, Papi!
Si puedo hacer lo que Tú ves,
Si ha habido un loco alrededor,
Tengo que ser yo. 

¿Por qué tienes razón cuando yo estoy tan equivocado?
Yo soy tan débil... pero Tú eres tan fuerte
Todo lo que  Tú haces es solo lo correcto
Y no puedo caminar lejos de Ti Papi
Y lo intenté.




No hay comentarios:

Publicar un comentario