martes, 24 de marzo de 2020

AL PAN, PAN, Y AL VINO, VINO

   Separar fingiendo unir es malévolo. Reclamar aparentando dar, nada tiene que ver con compartir. Callar mientras se reprocha en la propia mente, no es auténtico silencio. ¡Despierta! Desenmascara todo lo enmascarado no escondiéndote de ti; verás, así, que nunca has sido el ego (que nadie lo ha sido ni será jamás). Aquí y ahora, al fin, libre, en paz, pleno... Allende el cuerpo: la verdadera vida, la del espíritu, la que se extiende en eterna comunión. Sí, despierta, comprende y expresa lo que de verdad sana, lo que de veras despierta. Muestra, sin ambages ni nebulosos circunloquios, la verdad que nos hace libres, llamando 'al pan, pan, y al vino, vino', indicando con rotundidad que el ego es una ilusión pretensora de realidad, una idea separativa que quiere tentarnos siendo -en sí- nada. El ego pretende iluminar y siempre anda en tinieblas, pregona amar y vive en el miedo y la desconfianza, ofrece vida y es muerte, disimula y se escabulle cuando se siente visto. Por eso, el escondrijo favorito del ego es la hipocresía. Aparentar para salirse con la suya con mil argucias con las que juguetear con todos aquellos que le escuchen y se identifiquen con él, y les haga creer que él es ellos; conduciéndolos por inverosímiles direcciones que prometen felicidad y sólo traen desaliento tras desaliento, angustia tras angustia, pesar tras pesar, furia tras furia, miseria tras miseria, hastío tras hastío, culpa tras culpa... Más, estate bien alerta, pues es este un truculento juego embalado con bonito papel de regalo. Y no olvides, ni por un segundo, que el mundo es el escenario del ego, el lugar donde despliega semejante juego de dolorosas consecuencias. Permanece, por tanto, presente y no divagues acerca de particulares porvenires. Queda consciente y no te atores dándole vueltas y vueltas al ayer. Si cansado ya de tanto ciclo absurdo de dolor quieres salir, de todas todas, del macabro juego del ego y retornar a la plenitud de Dios, escucha a tu corazón, a la dulce melodía que en tu alma suena, y no a las contradictorias voces del mundo, que ora dicen 'sí' y al instante siguiente 'no' sobre un mismo asunto... ¡Despierta! Vuelve a la Verdad y la Vida, al Amor y la Dicha; muere a lo que muere, el ego, y renace a lo que siempre vive, el espíritu.

KHAAM-EL



El mantra entonado en esta bella melodía significa:
OM: Es el sonido de la creación del universo, la vibración que nos rodea y nos sostiene.
TRYAMBAKKAM: Trya significa Tres y Ambakam significa ojos, son los Trimurthi o las tres deidades primarias, Universo Omnisciente Brahma, Universo Omnipresente Vishnu y Universo Omnipotente Shiva. (el Dios Uno y Trino de las religiones judeo/cristianas).
YAJAMAHE: significa cantamos tu alabanza.
SUGANDHIM: se refiere a su fragancia al disfrute que obtenemos en conocer, ver o sentir sus actos virtuosos, liberadores y santificadores.
PUSTIVARDHANAM: se refiere a Él, al Supremo sostenedor de este mundo, el Padre/Madre progenitor y cuidador de todos.
URVAAROKAMEVA: Urva significa Vishal poderoso o mortífero. Aarookam significa enfermedad, limitación. De este modo Urvarooka significa el dominio de la más mortífera enfermedad (la identificación con el cuerpo -el ego-).
BANDANAAM: significa muy limitado. De este modo con Urvarookameva significa Estoy limitado por la más mortífera de las enfermedades y más difícil de subyugar (el ego).
MRITYORMOOKSHEYA: significa libéranos de la muerte, del interminable ciclo de muertes y renacimientos, gracias a MokshyaNirvana o la liberación final de la reencarnación que acaecía por la identificación con el ego.
MAAMRITAAT: Amrit es el néctar que rejuvenece y da vida. Lo que significa que estamos orando para liberarnos de las enfermedades del alma que producen las aparentes muertes así como el ciclo de reencarnación.

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